El nuevo reto de Isidoro Martínez en Oriente medio

El técnico Isidoro Martínez, exentrenador del Ademar y exseleccionador nacional júnior, quiere repetir en Arabia Saudí la experiencia anterior vivida en 2022 dirigiendo a la selección de Kuwait, a pesar de concluir de manera un tanto abrupta tras los cambios surgidos en la federación del país asiático.

Uno de sus valedores en su vuelta a los banquillos con Kuwait, el doctor Khaled, volvió a recurrir al que fuera uno de los «arquitectos» de la generación de oro de los «Hispanos» que conquistara el título mundial y europeo júnior, optando ahora Martínez por solicitar un año sabático en la Universidad de León, donde forma parte de la plantilla del profesorado en la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y Deporte.

«Hay ciertas similitudes entre el trabajo que implanté en Kuwait, aunque fuera durante un corto tiempo y el que pretendo ahora desarrollar en Arabia Saudí», ha señalado en una entrevista con la Agencia EFE el que fuera ayudante durante muchos años de Manolo Cadenas en el Ademar que conquistó títulos nacionales e internacionales.

Tras su compromiso el pasado mes de febrero ya ha tenido una primera toma de contacto con su nuevo destino en el que ha aprovechado para conocer, con cierta profundidad, la realidad del balonmano en este país asiático que ya conocía el estilo del balonmano español de la mano de dos técnicos ilustres como Julián Ruíz y Javier Cabanas llegados hace unos años y ligados al club más poderoso, Khaleej.

«Es más fácil llegar a un lugar donde ya se conoce el estilo del balonmano español y con unas ideas similares a las que pretendo aplicar», ha afirmado Isidoro Martínez, que se ha preocupado en estos primeros casi dos meses de conocer la competición, los equipos y las diferentes selecciones, desde la absoluta, hasta las inferiores, donde está el germen del trabajo a medio y largo plazo que pretende ejecutar.

Su intención es aprovechar la experiencia que ya poseen en este país Ruíz y Cabanas, junto con otro técnico español como Santiago Garrido, a los que ha unido en su grupo de trabajo al holandés Edwin Kippers, que ya trabajaba con la federación saudí; por lo que tan solo necesitaría completar los entrenadores específicos de porteros.

Una vez conocidos a los jugadores, tiene una primera impresión sobre las características del combinado que dirigirá, tanto el absoluto, como el júnior, de cara a los objetivos que se han marcado para 2025, ya que su vinculación inicial es tan solo por un año.

«Tienen un nivel aceptable de balonmano, similar al de otros países asiáticos, aunque algunos cuenten con años de ventaja en su crecimiento, casos de Catar, Japón, Baréin o Kuwait, pero con jugadores de talento que se puede moldear, a pesar de que adolezcan de cierta envergadura antropemétrica, por lo que habrá que adaptar el estilo de juego a sus características», ha explicado.

Arabia Saudí cuenta con una competición sénior, a lo que añade ligas de categorías de formación sub-21, sub-19 o sub-17, disputando la Copa y la Elite Cup como citas más importantes en el calendario.

Lo que tiene totalmente descartado, tanto la propia federación saudí, con la coincidencia por parte del nuevo seleccionador, es abordar nacionalizaciones de jugadores de otros países con mayor potencial balonmanístico, tal y como han hecho otros países asiáticos, principalmente Catar.

«La idea es desarrollar y potenciar el balonmano en el país y hacerlo con los jugadores de que dispone en su estructura y llegar hasta donde se pueda», ha afirmado convencido el técnico que ya viviera también otra primera experiencia en el extranjero al frente de la selección de Estados Unidos en 2005, a la que dirigió en unos Juegos Panamericanos.

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