Mireya González: «Tras estos días de confinamiento será difícil volver a la competición»

Mireya González, jugadora leonesa de balonmano y que compite este año con el Valcea de Rumanía, da ahora gracias de poder estar en España, con su familia, aunque el estado de alarma obliga a permanecer en casa. «No puedo salir a correr; ir a un gimnasio, imposible; tras estos días de confinamiento no puedes estar en forma porque no tienes planning de entrenamiento y no sabemos si iremos a jugar», explica la deportista, quien trata de mantenerse en forma para evitar lesiones y asumiendo que vive «una situación rara» pero feliz de estar en casa.

En épocas complicadas, hay que buscar nuevos recursos, y eso ha hecho la balonmanista, quien se ha establecido un programa de entrenamiento a la espera de que acabe esta situación. «Tengo en casa elementos básicos y sino siempre hay un montón de gente en redes, que son creativas, y que aportan sus ideas».

La jugadora, que milita en un conjunto rumano, explica cómo están viviendo en el país europeo la crisis sanitaria. «Este lunes han puesto el estado de alarma, pero la gente no es muy consciente de lo que hay y sigue habiendo aglomeraciones». Su club, el Valcea, no les ha dado ninguna indicación ni plazo para regresar. Eso sí, todas las jugadoras extranjeras están en su país a la espera del avance de la pandemia.

Sobre la complicada situación de aplazar el preolímpico, después de optar primero por celebrarlo a puerta cerrada, Mireya entiende que se trataba de una situación «muy complicada», ya que les pilló a todos por primera vez y no sabe muy bien cómo actuar, aunque lo importante fuera la salud. Ahora se jugará en junio, como la clasificación para el Europeo; luego llegarán los Juegos Olímpicos y apenas habrá descanso.

«Todo es un poco surrealista, con el tema del calendario, porque no hay fechas», asegura Mireya González, quien insiste en que lo más importante es la salud de todo el mundo y, mientras, tratar de mantener el ritmo del cuerpo para que cuando regresen a la competición no le pase factura este parón forzoso.