Mireya González busca el primer título con el Ramnicu Valcea rumano

«En julio, una vez que se permitió la movilidad, me trasladé a Rumanía para empezar casi de inmediato los entrenanientos después de la cuarentena y esta semana se disputará la primera competición, algo que ya se echaba en falta después de tantos meses», señaló la jugadora en declaraciones a Efe.

La primera cita en cuartos de final será ante el Draila, un rival a priori asequible para buscar un título donde seguramente pueda encontrarse en la final con su principal rival, CSM Bucuresti.

Después de la competición copera se determinará cómo se plantea la liga rumana, antes de iniciar el camino de la nueva Liga de Campeones donde visitarán el 12 de septiembre al Brest francés en una competición donde se encontrarán en su grupo a equipos del potencial del CSKA ruso o Györi Audi ETO KC húngaro.

La lateral zurda puede presumir de un palmarés difícilmente igualable a nivel de clubes al haber conquistado todos los títulos europeos: la Challenge Cup en 2015 con el Mios Bigano francés, la Liga de Campeones en 2018 con ETO Gyory húngaro, y la EHF Cup con el también conjunto magiar Siófok.

González reconoce que vive con «incertidumbre» la vuelta a la competición tras haberse sometido durante estas semanas previas a «cinco o seis» pruebas PCR, junto con la postura de la federación rumana antes de disputarse la Copa de plantear dos opciones, o la cuarentena de los 14 días previos concentradas en un hotel o una declaración responsable de no mantener contactos innecesarios.

De todas formas, después de su gran campaña anterior en la Liga de Campeones, donde fue nominada entre las mejores laterales zurdas, la internacional española, reciente subcampeona del mundo con España, afronta la nueva temporada con «mucha ilusión y esperanzas de seguir mejorando en el juego».

También con el equipo aspira a «lo máximo, poder lograr todos los títulos en el país y, en la máxima competición continental, poder aspirar a entrar en la Final a Cuatro, algo que ya sería todo un éxito».

Mireya González dice seguir la filosofía de Rafael Nadal, al que admira, y «ser consciente en todo momento de que, independientemente de los logros que se consigan, hay que estar en un proceso de mejora continua, siendo siempre inconformista con una misma»..

La jugadora leonesa volverá a estar acompañada por dos compatriotas en el campeón rumano, Alicia Fernández y Marta López, que ya militaban en el Ramnicu Valcea a su llegada.