Ricky Rubio regresa al Barça en plena lucha por recuperar la salud mental

El base, que dijo adiós a la competición de élite hace siete meses, empezará a entrenarse con el club azulgrana, donde jugó hace 12 años: «Me veo con ganas y fuerzas de ver cómo reacciono con un balón»

Isaac Asenjo

Madrid

Lunes, 29 de enero 2024, 10:36

Parar para cuidar la salud mental ya no da miedo. Tampoco parece ser un tabú, y comienza a normalizarse en el mundo del deporte profesional. 712 partidos y 12 años después de su aterrizaje en la NBA, Ricky Rubio (Barcelona, 1990) dio por cerrada su ... etapa en la mejor liga de baloncesto del mundo a principios de año con un comunicado en el que se vislumbraba el duro proceso por el que estaba pasando el base catalán, que ya se sumió en una profunda depresión tras la pérdida en 2016 de su madre, Tona, por un cáncer, y que el pasado verano decidió abandonar la concentración de la selección española del último Mundial para alejarse de la competición de élite y recuperar de esta manera su bienestar.

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«Mi mente se fue a un lugar oscuro. Sabía que iba en esa dirección, pero nunca pensé que no podía controlar la situación. Al día siguiente decidí parar mi carrera profesional. Algún día, cuando llegue el momento, me gustaría compartir toda mi experiencia con todos vosotros para ayudar a otras personas que atraviesan situaciones similares. Hasta entonces, me gustaría mantenerlo en privado por respeto a mi familia y a mí mismo, ya que todavía estoy trabajando en mi salud mental, pero me enorgullece decir que estoy mucho mejor y que mejoro cada día», añadía la nota, en la que confirmó su adiós a su aventura americana con los Cleveland Cavaliers tras haber pasado previamente por Minnesota Timberwolves, equipo que lo eligió en el quinto puesto del draft de 2009; Utah Jazz y Phoenix Suns.

Siete meses después de detener su carrera, el base de El Masnou, que no disputa un partido desde el pasado 23 de abril, asegura a través de sus redes sociales que se ve «con ganas y fuerzas» para volver a entrenar y pidió al Barça, su exequipo, poder hacerlo con la dinámica del primer equipo, del que fue jugador entre 2009 y 2011 y con quien conquistó seis títulos, entre ellos la Euroliga de París 2010, la segunda y última de la entidad. «¡Te acogeremos como uno más de la familia!», contestó en X (antes Twitter) la entidad azulgrana que dirige desde el banquillo Roger Grimau, que fue su compañero y capitán en su etapa blaugrana, y que se encuentra en plena renovación, tercero en la Liga Endesa y segundo en la Euroliga tras el Real Madrid. El plazo límite para que pueda ser inscrito y disputar lo que resta de la competición europea vence el próximo 7 de febrero.

«Llevo unas semanas dándole vueltas y, tras otras tantas trabajando mente y cuerpo, me veo con ganas y fuerzas de ver cómo reacciono con un balón en mis manos», publicó el jugador catalán en su perfil de la red social X, donde dijo que su siguiente paso «ha sido pedir al FC Barcelona si podría, sin ningún compromiso y sin interrumpir sus planes de temporada, entrenar con ellos».

El base, que disputó 140 partidos oficiales con el Barça (84 de ACB, 42 de Euroliga, 6 de Copa del Rey, 4 de Supercopa y 4 de Liga Catalana), quiso «agradecer de antemano su ayuda y comprensión con mi situación». «Finalmente, quería dar las gracias a todas las personas que me han mostrado su respeto y apoyo a lo largo de este proceso, así como agradecer también el respeto a mi privacidad en este camino», aportó el jugador, formado en las categorías inferiores de la 'Penya' y que hizo su debut con el Joventut en la ACB a los 14 años, algo que hizo que se convirtiera en el debutante más joven de la competición.

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Desde aquel momento el base catalán ha conseguido infinidad de éxitos. Con la selección española ha disputado 157 encuentros y celebrado siete medallas: dos oros europeos y uno mundial, una plata olímpica en 2018 y dos bronces europeos y otro olímpico, aparte de un gran número de distinciones individuales. El Gobierno le otorgó hace unos días la Gran Cruz al Mérito de Deportivo tras 18 años de profesionalidad a sus espaldas, tiempo en el que solo paró por cuestión de lesiones - dos veces se rompió el ligamento cruzado de su rodilla izquierda - un desgaste que pasa factura en todos los aspectos, sobre todo el psicológico. «Igual que hay veces que uno físicamente no puede más, psicológicamente también pasa», reflejó en una carta en The Players Tribune en 2019.

Tras su comunicado en las redes sociales, el deportista, que destaca, además, por su labor fuera del parqué por su compromiso con varias causas sociales como la prevención del cáncer a través de su fundación The Ricky Rubio Foundation, y visibilización de la salud mental, añadió un mensaje más con una sola palabra: «Nankurunaisa», una palabra japonesa con una larga definición que refleja el actual estado de ánimo del base: «Nunca olvides quién eres y vive por hoy y por el mañana. Que jamás se te olvide sonreír y, por terrible que haya sido tu día, recuerda que el próximo sol te recibirá con una gran sonrisa. Tú haz lo mismo».

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