Duro castigo y sin opciones de machada

Las leonesas se han despedido del sueño, de la fase de ascenso, tras caer 44-76 ante Valencia CB, que logra el billete para disputar el partido por el ascenso este domingo ante un 'viejo conocido' del Patatas Hijolusa, Celta.

Las valencianas impusieron un ritmo intenso al inicio del partido, en el que comenzaron anotando con facilidad y metiendo en problemas al ataque leonés con una gran defensa. Sin embargo, el partido comenzó con esperanzas para las de Moses.

El tiro exterior, una de las grandes armas del Patatas Hijolusa y que no había aparecido en todo su esplendor en esta fase final, comenzó funcionando, ya que Iria Varela anotó el primer triple que intentó el cuadro leonés..

Fue un simple espejismo, una quimera. Valencia puso el turbo y empezó a endosar diferencia al Patatas Hijolusa que, desesperado, no sabía que hacer para anotar y no encajar puntos. Las leonesas convirtieron el partido en un 'correcalles', pero las 'taronja', con su físico, se impusieron.

Solo siete puntos en el primer cuarto, por los 27 encajados, ya eran una condena. El último partido iba a ser una amarga despedida y no una invitación a soñar. El segundo periodo fue un intento frustrado de reacción para un Patatas Hijolusa que, al menos, logró anotar con más asiduidad y dio la alternativa a algunas de sus júnior, como Marina Fernández y María Díez, que debutaron en una fase final, o Jennifer Giganto, que lo hizo en el último cuarto.

Al descanso, el marcador reflejaba una distancia de 25 puntos, una losa muy pesada para un Patatas Hijolusa ya entregado y que trataba de sufrir el menor castigo posible en una fiesta 'taronja'.

El Valencia también comenzó a rotar en un tercer cuarto y la diferencia no creció. Las locales habían hecho los deberes en el primer cuarto y durante el resto del partido se dedicaron a contener los posibles arreones del Patatas Hijolusa y a mantener su ventaja.

El último cuarto fue un trámite, un último canto de cisne del Patatas Hijolusa que, rendido, apenas tuvo presencia ofensiva y solo deseaba que los minutos pasaran para que la pesadilla terminara.