Muere Kobe Bryant, el hombre que heredó la corona de Michael Jordan

Nacido en Filadelfia en 1978, se erigió en una de las más grandes leyendas de la historia de la NBA a lo largo de sus veinte temporadas en la mejor liga de baloncesto del mundo y heredó el papel de mejor jugador de la competición tras la segunda retirada en 1998 de Michael Jordan, dominador en los noventa con sus Chicago Bulls.

Kobe Bryant llevaba el amor por el baloncesto en la sangre, pues era hijo de Joe Bryant, que jugó de 1975 a 1983 en la NBA y que luego se ganó la vida como jugador en el 'pallacanestro' italiano, donde el pequeño Kobe comenzó a aprender los rudimentos del deporte de la canasta. Ya en 1991, de vuelta a Estados Unidos tras la retirada de su padre, empezó a asistir al Instituto Lower Merion de Ardmore, una localidad próxima a Filadelfia. Allí comenzó a fraguar su carrera baloncestística, convirtiéndose en el máximo anotador de la institución tras superar a Wilt Chamberlain, un mito al que más tarde volvió a unirle el baloncesto, y llamando la atención de ojeadores y medios deportivos de todo el país.

En 1996, tras terminar su etapa de cuatro años en el instituto, Bryant optó por presentar su candidatura al draft de la NBA sin pasar por el baloncesto universitario como es habitual en la mayoría de jugadores, salvo para los elegidos, como era su caso. Seleccionado en décimo tercera posición por los Charlotte Hornets, Jerry West, exjugador de Los Angeles Lakers y entonces director ejecutivo de la franquicia angelina, decidió intercambiar al jugador serbio Vlade Divac por los derechos de la joven promesa, en una magistral jugada de ajedrez que sería decisiva en el futuro de la NBA.

Primero con el dorsal '8' y escoltado por Shaquille O'Neal, recuperó el brillo de los Lakers, difuminado desde el final de los años ochenta y el primer adiós de Magic Johnson, su gran ídolo de infancia. El escolta y el pívot protagonizaron un dominio de época con la laureada franquicia californiana y se hicieron con tres anillos de campeón consecutivos entre 2000 y 2002. Varios años después, y ya con el '24' a la espalda, la 'Mamba Negra' volvió a dominar la NBA, esta vez ayudado por Pau Gasol, al que desde entonces le unió una amistad especial. Ambos encontraron la senda del triunfo vestidos de púrpura y oro con dos títulos consecutivos en 2009 y 2010.

Más allá de sus cinco títulos, en la retina de los aficionados al baloncesto permanecerá para siempre aquella legendaria noche de enero de 2006 en la que Bryant alcanzó el segundo mayor registro de anotación de la historia de la NBA. Fue ante los Toronto Raptors, en el Staples Center, su casa, esa que le adoraba. El escolta, un anotador compulsivo durante toda su carrera, llevó el oficio de encestar a otro nivel en aquella velada con 81 puntos, una hazaña propia de tiempos pretéritos y sólo superada por el centenar de unidades que Chamberlain, la leyenda a la que había superado en el instituto, anotó para los Philadelphia Warriors ante los New York Knicks en 1962.

Bryant fue 18 veces All-Star, una cita de la que sólo se ausentó en su primera temporada en la NBA, la 1996-97, y en la campaña 1998-99; dos veces MVP de las Finales (2008-09 y 2009-10); una vez mejor jugador de la temporada regular en 2008 y fue elegido miembro del quinteto ideal de la competición en doce ocasiones. Conquistó además dos oros olímpicos con el 'Team USA', en Pekín 2008 y Londres 2012, en dos finales para la historia ante la selección española. Hasta su adiós a la NBA fue glorioso, pues se despidió del baloncesto profesional el 13 de abril de 2016 anotando 60 puntos ante Utah Jazz, en un digno epílogo para la carrera de una leyenda de la canasta que ya es eterna.