Batacazo de época de los Jazz

Terance Mann, un suplente habitual que promedió esta campaña 7,0 puntos por partido, se erigió en el gran salvador de los Clippers con 39 puntos y 7 triples que hicieron explotar de júbilo el Staples Center como no se recordaba en un juego de los Clippers.

Es una «noche especial», dijo un radiante Paul George, la segunda estrella del equipo, que terminó con 28 puntos. «Es la primera vez que he vivido una multitud así desde que soy un Clipper».

La franquicia angelina enfrentará a partir del domingo en la final de la Conferencia Oeste a los Phoenix Suns, que previamente eliminaron a los Lakers, vigentes campeones, y los Denver Nuggets.

Los Jazz, el mejor equipo de la fase regular, llegaron a dominar 2-0 esta eliminatoria. Este viernes contaban al descanso con una ventaja de 72-50 gracias a su estrella Donovan Mitchell (39 puntos y 9 triples) pero fueron incapaces de frenar la avalancha ofensiva angelina en la segunda mitad.

«Es muy duro, sobre todo con la ventaja que teníamos, acabar el partido y la temporada de esta manera», dijo un abatido Quin Snyder, técnico de Utah. «Estoy increíblemente orgulloso de este equipo, aunque cuando terminas con un partido como este sea difícil quedarse con el gran año que hicimos».

Después de perder el quinto partido en Utah, los Jazz estaban obligados a lograr el triunfo este viernes para forzar el séptimo y último juego.

Los Jazz arrancaron a toda velocidad con el base Mike Conley de vuelta al equipo y Donovan Mitchell muy recuperado de su lesión de tobillo, sumando 22 puntos en la primera mitad.

Pero tras el descanso Utah se derrumbó ante la aparición de Mann, que les acribilló a triples desde la esquina liderando un parcial de 17-0 para los Clippers. «Solo confié en mi trabajo. Todo el mundo me decía que lanzara y lo hice», dijo el alero, que sumó 20 puntos en un mágico tercer cuarto.

El alero, de 24 años y seleccionado con el número 48 del Draft de 2019, fue titular por la baja de Leonard y su mayor anotación en estos playoffs eran hasta ahora 13 puntos. «Es uno de los jóvenes que más he visto trabajar. Me recuerda a mí mismo», dijo Paul George junto a su compañero. «Le dijimos: 'trabajaste tan duro para qué?' Sal ahí y hazlo».

Los Clippers se pusieron por delante en el marcador al principio del último cuarto y no dejaron que los Jazz volvieran a superarles en unos últimos minutos de máxima euforia para sus 17.000 aficionados, que se quitaron un gran peso de encima tras décadas de continuas frustraciones en playoffs.

El equipo angelino, que fracasó el año pasado en su primera temporada con la pareja Kawhi Leonard-Paul George, volvió a sacar el carácter que exhibió en la primera ronda ante los Dallas Mavericks (4-3).

Los Clippers, siempre cuestionados, son ahora el primer equipo en la historia en remontar más de una eliminatoria de playoffs con 2-0 en contra el mismo año. En el otro partido del viernes, los Philadelphia 76ers sobrevivieron a los Atlanta Hawks y al recital de Trae Young (34 puntos) para forzar un séptimo y definitivo partido en esta semifinal de la Conferencia Este de la NBA.

Los Sixers, primer clasificado del Este en la fase regular, se impusieron por 104-99 en el State Farm Arena de Atlanta y ahora contarán con la ventaja de campo en el choque decisivo del domingo. La otra semifinal del Este, entre los Milwaukee Bucks y los Brooklyn Nets, también se decidirá en un séptimo juego el sábado.

Joel Embiid, la estrella de Philadelphia, firmó 22 puntos y 13 rebotes y el escolta Seth Curry 24 puntos y 6 triples). Trae Young, que sigue asombrando en los primeros playoffs de su carrera, comandó a los Hawks hasta un apretado final con una cuenta personal de 34 puntos, 5 triples y 11 asistencias.

Los Sixers, que se jugaban la eliminación y un posible fin del proyecto en torno a Embiid y Simmons, mantuvieron la sangre fría y sellaron el triunfo ante unos Hawks que perdieron a Bogdan Bogdanovic (7 puntos), retirado por problemas en la rodilla derecha. Con esta victoria los Sixers evitaron por el momento su tercera eliminación en los últimos cuatro años en una semifinal de conferencia, una ronda que no superan desde 2001.