Inicio ilusionante del Embutidos Pajariel

Trabajando al máximo para poder cumplir las medidas de higiene y protocolos sanitarios, Bembibre trató de volver a la «nueva normalidad» para afrontar con garantías durante el próximo fin de semana la Copa Castilla y León, ahora conocida como Memorial Carlos Sainz Esteban.

El aperitivo, que se repetirá el próximo viernes en el certamen autonómico, dejó apuntes para el optimismo después de todo lo que hemos pasado, intentando convivir con un nuevo compañero de viaje: el coronavirus. En la pista, la respuesta de las de Pepe Vázquez fue sobresaliente. La afición se fue satisfecha por lo visto.

Comenzó el partido con el conjunto visitante sorprendiendo. Un parcial de 0-9 lograron las zamoranas en los primeros minutos, aunque las bercianas, lideradas por Batouly Camara –acabó con 19 puntos y fue la MVP–, respondieron con un 10-0 que les dio la primera ventaja.

Los cambios introducidos por Pepe Vázquez no modificaron el escenario, pues Sara Rhine se puso en modo killer para continuar la buena dinámica del equipo rojillo. Un triple de Marianne Kalin puso el 24-15 con el que finalizaron los primeros diez minutos.

Tardaron casi cinco minutos las visitantes en anotar una canasta en juego en el segundo cuarto y las bembibrenses consiguieron destrozar prácticamente el partido. Dee Givens, que acabó con 15 tantos, entró en combustión y puso al limitado público que asistió al pabellón en pie. Lideradas por Abbie Wolf, las de Ángel Fernández fueron capaces de responder, aunque los triples de Conchi Mongomo sirvieron para que las del Bierzo Alto mantuvieran una clara ventaja (48-32) al descanso.

Fue Lashann Higgs la que tuvo mayor protagonismo tras el intermedio. La escolta nacida en Bahamas, de hecho, situó la diferencia en torno a la veintena. Fueron minutos de repartir esfuerzos y todas disfrutaron de oportunidades. Se gustaba la escuadra bembibrense y hacía disfrutar a su afición, que demostró en cada acción que tenía ganas de baloncesto. Montserrat Brotons puso el 68-46 con el que se alcanzó el último cuarto.

Aparte de las bajas con las que afrontó el duelo, la lesión de Romina Rodríguez condicionó el juego visitante y las de la villa del Boeza lo aprovecharon para realizar un juego vistoso e intenso. Camara y Higgs hicieron las delicias de la grada con su explosividad y su garra, con Givens regalando talento. Tras mucho intentarlo con escasa fortuna, llegó la canasta de Anna Palma en una contra que evidenció una superioridad refrendada en el definitivo 87-61.