Las ardillas roen el Palacio

El derbi comenzó con un gran respeto entre ambos equipos e igualdad en el marcador y los ataques imponiéndose a las defensas. Pero la concesión de Valladolid duró apenas un par de minutos. Un parcial de 0-7 llevaba a las ardillas hasta el 5-12 y obligaba a Jareño a parar el partido.

Tras el tiempo de inflexión, los hombres de Paco García siguieron castigando el aro leonés, que parecía no conseguir fin a la sangría.

Chatman y Graham-Bell hacían de las suyas desde el perímetro para poner la renta por encima de la decena de puntos, con ocho minutos disputados, gracias al 11-22. El cuarto finalizaba con un contundente 13-22 que empezaba a encender las alertas en el Palacio.

Las cosas tampoco mejoraron en los segundos diez minutos. Una nueva avalancha de los vallisoletanos, con un marcador de 2-10 de salida, complicaba aún más el encuentro a Jareño y los suyos, que veían como el electrónico se disparaba hasta el 15-32 en el minuto 14.

Dos canastas consecutivas de Mbamalu y Domínguez daban un respiro al Agustinos Eras y llevaba a Paco García a detener el juego, con +15 para sus intereses.

Al descanso se llegaba con la jugada tonta del partido. Casi sin tiempo para anotar, los colegiales sacaban de su propio campo y el lanzamiento a la remanguillé de Medina desde el medio del campo fue objeto de falta clamorosa por Graham, lo que permitió dejar el marcador en 27-41 y dar un halo de esperanza a los locales.

El paso por vestuarios no cambio demasiado el decorado en los primeros minutos. Agustinos no conseguía recortar las diferencias y eso lo aprovechaban las ardillas para irse de nuevo en el marcador, 29-46, en el minuto 23.

Fue entonces cuando, de la mano de Dieng, los locales apretaron los dientes y tiraron de casta para acercarse en el marcador. El americano lograba 6 puntos, dentro de un parcial de 9-2, y dejaba a su equipo en la decena de puntos de desventaja, 40-50.

Mejoraba la defensa del conjunto de Jareño y evitaba que Valladolid anotara en los últimos dos minutos y medio de cuarto para mantener viva la ilusión de la victoria al entrar en el parcial final con 44-54.

Mbamalu lograba dos puntos nada más iniciarse el último periodo y reducía la línea psicológica de los 10 puntos. Pero los visitantes tenían aprendida la lección del cuadro local y cortaron toda posibilidad de remontada con un 0-6 encomendado por Sergio de la Fuente.

Entre ambos andaba el juego, y un triple del primero fue respondido con otros tres puntos del segundo, lo que dejaba la renta pucelana en 51-65 y Jareño paraba el partido con siete minutos por disputarse.

La línea de tiros libres se convertía en la aliada perfecta del cuadro leonés para dar la última bocanada de aire fresco. Seis puntos consecutivos desde esta distancia permitía a Agustinos volver a romper la barrera de los diez puntos y colocar el 57-66.

Aunque todo sería un sueño. De la Fuente volvía a hacer de las suyas para romper todo atisbo de reacción y devolver a la realidad a los locales que se encaminaban hacia la derrota.

Los últimos minutos permitieron al Valladolid ampliar la diferencia y celebrar la victoria en el derbi haciendo divertirse a la afición visitante desplazada hasta el Palacio.

El resultado final, 64-84, demuestra la superioridad del equipo pucelano que no permitió en ningún momento acercarse a los locales y supo evitar la reacción del Agustinos Eras.