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La declaración del estado de alarma le pilló en Huelva. Allí tenía que competir en una prueba que, una vez allí le dijeron que no se podría realizar. Kevin Tarek Viñuela es uno de los muchos deportistas leoneses que se han visto afectados de forma ... directa por la crisis sanitaria que vive el país. «En un principio tuve una gran frustración, porque llegaba en un gran estado de forma y era la primera carrera. El estado de alarma me pilló ya volviendo, el domingo», explica el triatleta, quien, al menos pudo desquitarse en un entrenamiento previo donde hizo su mejor marca en el 1.500 nadando; y con una prueba entre compañeros de equipo, un 5.000 metros en carrera donde logró bajar de los 15 minutos.
Viñuela se dio de bruces con la realidad de la expansión del coronavirus que, como a tantos, cortó su dinámica de trabajo y su calendario, aunque ya ha cambiado el chip. «Ahora estoy adaptándome; por un lado está la incertidumbre de cuánto durará y las competiciones, que no sabemos cuando serán y hay algunos que dicen que no se celebrará ninguna en todo el año. «Yo creo que después del verano algo puede haber, competiciones básicas, aunque se retrasen los Juegos Olímpicos».
De momento, el de Vegacervera ya no tuvo que viajar al Iberoamericano, que también se suspendió, algo que agradece y valora. «La medida ha sido buena, a nivel global, porque se ha suspendido el deporte en todo el mundo. Las restricciones deben ser iguales en todo el territorio porque si el virus es global, en eso consiste la globalización».
Este parón en la competición afecta directamente a su progresión en la temporada, ya que no un deportista de élite no sabe cuándo volverse a poner en forma. «Si hasta el año que viene no hay competiciones es hacer el tonto», confiesa.
Mientras, él se encuentra motivado y entrenando «más de lo necesario en casa». Como anécdota, afirma, que hace muchos años, antes de ser triatleta, se compró unas mancuernas que nunca utilizo y que ahora ha descubierto que tienen «mil posibilidades». A ello suma series de flexiones de 10 por 10. «Acabo reventado y llevo tres días y ya tengo agujetas». También hace gomas y tiene un rodillo muy básico que le sirve «para sudar hora y media». «De momento se lleva bien pero a partir del décimo día empezará a aburrirnos todo».
En el horizonte, y en la esperanza, mantiene el verano, con varias pruebas nacionales. Y en septiembre, el Campeonato de España de Distancia Olímpica.
«Esto puede ser una oportunidad para que se igualen las cosas, porque todos pierden forma física. Es un momento de no volverse locos y no dejarse, porque los habrá que se pongan muy a tono».
Lo que sí reconoce Kevin Viñuela es que los atletas de deportes menos mediáticos no cuentan con los elementos de entrenamiento en casa que pueden tener otros. De hecho, al leonés le encantaría poder contar con una cinta de correr y no cierra las puertas a que algún patrocinador se la ceda pera este periodo.
Otra de las peticiones del triatleta es que el sistema español permitiera, al igual que en otros países, que los deportistas de alto nivel, una vez que han alcanzado buenos resultados, puedan tener la opción de pasar a reserva militar. Esta situación les permitiría ayudar en esta crisis «desinfectando o haciendo cosas que no requieran mucha preparación» y eso les permitiría servir a los ciudadanos y a ellos realizar ejercicio para mantenerse en forma.
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