Marta García se queda a las puertas de una nueva medalla europea

«Quiero estar satisfecha con el trabajo que haga en Apeldoorn», dijo Marta García en una entrevista a Europa Press antes del Europeo, Y, con total seguridad, podrá estarlo. La leonesa llegó a la final por la puerta grande y de la misma forma se despidió, compitiendo hasta que le dieron las piernas frente a las transatlánticas rivales continentales.

La carrera comenzó con un guion parecido a la semifinal, sin un gran ritmo entre las corredoras, algo que no favorecía a Marta, más cómoda en altas velocidades. Las atletas empezaron a abrirse una vez superado el kilómetro, coincidiendo con la dura caída de la neerlandesa Maureen Koster.

Superando el ecuador situada en la quinta plaza, la fondista española se empezó a mostrar más cómoda en el ritmo sostenido, pero una vez traspasado el segundo kilómetro imitó su estrategia de la semifinal y se puso en cabeza, marcando los ritmos y acelerando con el paso de los minutos.

La leonesa llegó a la última vuelta liderando el grupo, pero no pudo aguantar la embestida definitiva de Sarah Healy, Courtney-Bryant y Salomé Alfonso, que acabaron superando a la fondista para dejarla cuarta con una marca de 8:53:67 minutos y arrebatarle las medallas de la forma más cruel posible.

A pesar de no poder celebrar la medalla, Marta consiguió el mejor resultado español en la categoría de los 3.000 metros en pista cubierta, después de que Águeda Marqués, campeona nacional este mismo año por delante de la leonesa, e Idaira Prieto, debutante en Apeldoorn, se quedaran a las puertas de la final firmando ambas una séptima posición que no alcanzó para meterse entre las doce mejores.

Una nueva final para Marta García, que, tras el bronce del pasado verano en el Europeo al aire libre de Roma, volvió a hacerse un hueco entre las mejores del continente y certificó una vez más su crecimiento exponencial en los últimos años.