Aláiz: «Sé que puedo estar en Tokio, pero es muy complicado»

Para llegar a este punto, Aláiz ha vivido un 2020 que ha sido «menos malo» que para otros atletas. «He estado más tranquilo, he reseteado a nivel físico y mental y, no sé qué ha pasado, pero he recuperado el pie derecho, que no funcionaba como debía», ha explicado.

El fondista leonés, que ha calificado de «transición» este año, se ha visto de nuevo con registros «de muy buen atleta». «Me he sentido fuerte, a ritmos muy importantes que no he podido materializar en una buena marca porque apenas ha habido carreras. He puesto ladrillos para construir el gran nivel con el que sueño», ha asegurado.

Este año se cierra con su salida del Playas del Castellón y el inicio de una etapa como atleta independiente apoyado por la marca Hoka, en una «apuesta» a completar una gran temporada que atraiga a más patrocinadores. La diferencia con otras temporadas es que no estará en la San Silvestre Vallecana, con una edición «más descafeinada, sin el ambiente habitual, sin el aliciente de los atletas extranjeras y sin su esencia acabando en el estadio de Vallecas».

De cara al próximo año, Aláiz vive con cierta incertidumbre el inicio de temporada porque «se están cancelando muchas carreras» y no planifica mucho para «no frustrarme». A priori, sus grandes retos son estar a gran nivel en el 3.000 metros en pista cubierta y abordar con garantías el 5.000 al aire libre.