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Confinado en Sierra Nevada, donde acudió a una concentración previa al estado de alarma y que le ha permitido vivir estos dias de cuarentena en altura y con material para poder entrenar, Roberto Aláiz se toma con paciencia y precaución toda la crisis del ... Covid-19.
El atleta leonés es claro en su opinión respecto a la celebración de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y apoya la postura de la Federación Española de Atletismo, que ha solicitado formalmente su aplazamiento: «Sería una locura que se celebrasen».
«Creo que no se deben disputar por muchos motivos, pero sobre todo porque lo que prevalece ahora mismo es la salud de todo el planeta y no se dan las condiciones para asegurarla», explica a leonoticias Aláiz que no niega que un traslado a 2021 de la cita olímpico le beneficiaría: «Me daría alguna opción de poder pelear por una plaza en Tokio».
Junto a un grupo de atletas, entre los que figura el burgalés Dani Arce, amigo muy cercano a Aláiz, el leonés se encuentra en Granada, en Sierra Nevada, donde llegó en la noche del viernes: «Estamos seis atletas en dos apartamentos alquilados, en convivencia y aislados de las grandes ciudades, lo que nos evita esa sensación de ansiedad y agobio que se está viviendo. Pese a todo, nos informamos con la televisión y las redes sociales».
En esta situación, Aláiz y este grupo de atletas se ejercitan gracias a dos bicicletas y una cinta de correr, si bien es cierto que están a la búsqueda de una segunda. Además, disponen de un gimnasio y, hasta que se ha prohibido el uso de espacios comunitarios, utilizaban las escaleras del edificio para realizar distintos entrenamientos.
Pese a todo, el leonés señala que es «imposible» no perder cierto tono físico, aunque el hecho de estar en altura «aumenta el hematocrito» y las dobles sesiones que realizan les servirán, espera, para «mantener lo posible la forma». «Estamos en una buena situación comparada con otros atletas y deportistas», apunta.
«Si esto se dilata un mes, como parece que va a ser, no tiene sentido competir a corto plazo, porque habría peligro de lesiones», afirma Aláiz, que asegura que esta situación le afecta «en menor medida» que a atletas que «estaban buscando marcas o preparando los Juegos Olímpicos».
«Para mí, 2020 era una año de transición y, ahora, con mayor motivo. No pienso en objetivos deportivos porque ahora todo eso queda en un segundo plano», concluye.
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