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Sufrida, pero victoria. Con susto, pero el Abanca Ademar sigue ganando. El conjunto marista continúa con su racha después de vencer 33-32 a Rebi Cuenca en un encuentro donde los de Dani Gordo llegaron a ganar de hasta ocho goles pero en el último tercio de partido, los ademaristas desconectaron y se metieron en un lío del que pudieron salir indemnes.
Abanca Ademar
Saeid; Darío Sanz (5), Marawan (3), Miñambres, Wasiak (1), Benites (4), Zapico – siete inicial – Álvaro Pérez, Lindqvist (4), Carlos Álvarez (10), Adri Fernández (1), Rodrigo Pérez (4), Rozado, Sergio Sánchez, Álvaro Fernández, Edu Fernández (1)
33
-
32
Rebi Cuenca
Tonicher; Hackbarth (3), F. Pizarro (4), Barceló (2), Aurelien-Morgan (7), Pozzer, N. Pizarro – siete inicial – D. Mach, S. Mach, Neves (2), Martín (2), Ureña (3), Chicano, Sergio López (4), Perbelini (4), Tavares (1)
Parciales 0-2, 5-5, 7-6, 12-7, 14-8, 16-11 (descanso), 19-13, 24-17, 25-19, 27-24, 31-28, 33-32 (final)
Árbitros Rosendo López y Friera Cavada. Excluyeron a Wasiak, Marawan y Benites por parte el Abanca Ademar y a Pozzer (2), Martín y a F. Pizarro por parte del Rebi Cuenca.
Incidencias Palacio de los Deportes de León. Jornada 6 de la Liga Asobal. 2.146 espectadores.
El inicio fue complicado para un Abanca Ademar que salió con un siete inicial muy similar al del martes ante Gorenje Velenje, con rotaciones en el teórico 'equipo de gala'. Miñambres o Zapico aparecían de inicio en el conjunto marista.
Y Cuenca golpeó primero. El Abanca Ademar parecía bloqueado, con un cúmulo de errores en el ataque posicional que le llevaron a tener diversas pérdidas que lanzaron a los conqueses. Con un parcial 0-3 y más de cinco minutos sin gol leonés, el partido se ponía cuesta arriba.
Reaccionó rápido Dani Gordo. Adri Fernández, Edu Fernández y Carlos Álvarez entraron en cancha y el color del choque fue totalmente distinto. El central asturiano comenzó a manejar el juego en ataque y las sensaciones eran mucho más positivas.
Y a ello se unió Saeid y la defensa. El meta iraní, acompañado de su particular 'muralla', comenzaron a levantar un muro que, por momentos, fue infranqueable para el Rebi Cuenca.
Igualó el equipo leonés rápidamente (3-3) y, con un parcial 7-2, lograron remontar en unos minutos. La defensa funcionaba como un reloj, recordando al partido del martes, y el posicional brillaba: las conexiones con los extremos y el pivote lanzaban a los de Dani Gordo (7-5).
Las claves
Cuando se puso complicado el partido, no dudó en tirar de galones y levantar a los maristas.
Su nivel está fuera de toda duda. Saeid sigue siendo protagonista en los momentos clave de partido.
El nuevo 'Hispano' volvió a ser un baluarte del Abanca Ademar, anotando goles y definiendo con gran precisión.
Ya colocado los raíles, el Abanca Ademar rodaba como una maquinaria perfecta. La fórmula era sencilla: una buena defensa, recuperación y salida al contragolpe con dos flechas, Carlos Álvarez y Darío Sanz, infalibles en este tipo de suertes.
El equipo leonés fue ampliando y ampliando su ventaja, con la batuta de Adri Fernández controlando cada ataque, mandando en cada acción y dando sentido a cada jugada ademarista.
Los ademaristas llegaron a lograr una renta de hasta seis goles en un tramo final de primera mitad donde apabullaron a un Cuenca que no sabía cómo reaccionar ante el vendaval leonés, empujados por su defensa y la inercia moral de esta última semana. Al descanso, la renta de los locales era cuantiosa (16-11).
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Los leoneses iniciaron con la misma tónica la segunda mitad, moviéndose en torno a los seis goles de renta, con relativa tranquilidad para asegurar un triunfo que daría todavía más alas a los de Dani Gordo antes de viajar a Dinamarca para medirse al GOG.
Y dejaron encaminado el partido. Antes del minuto 40, los maristas ya ganaban de ocho goles, culminando al contragolpe (23-15), dejando claro que lo vivido ante el Gorenje Velenje no fue flor de un día: este equipo, plenamente centrado, es ultracompetitivo.
Pero el equipo leonés no mantuvo ese nivel de concentración. Cuenca recortó distancia hasta los cinco goles (25-20), con una defensa marista menos intensa y agresiva. Dani Gordo tenía que intervenir y colocar, de nuevo, a su 'siete de gala'.
Pero el partido se puso peligroso. Cuenca recortó otro dos goles más y Miñambres y Rodrigo entraron a escena para tratar de dar mayor fluidez al posicional marista. El banquillo marista pedía tiempo muerto para tratar de frenar la tendencia castellano-manchega (25-22).
Cuenca llegó a ponerse a dos goles. Dani Gordo dio entrada de nuevo a Saeid - que había dejado su lugar a Álvaro Pérez - y, justo en ese momento, los visitantes tuvieron un contragolpe para ponerse a un gol. El iraní apareció, con una pierna salvadora, para evitar que el susto marista fuese a más. De la mano de esa parada y de un Rodri Pérez que cogió las riendas del ataque marista, la ventaja volvió a estirarse (30-26) a falta de siete minutos para el final.
Iba a tener que sufrirse hasta el final. Cuenca es un equipo siempre aguerrido y no bajaron los brazos. Rodri Pérez lo sabía, y también conocía su condición de líder de este Ademar. Apenas había tenido minutos, pero había salido para tirar del carro... y así lo hizo.
Cuenca apretó, y de qué manera. Llegaron a estar a un gol ante un Abanca Ademar que no lograba frenar las ofensivas castellano-manchegas. Pero seguían por delante. Y ese era el principal capital de los de Dani Gordo.
Un error en el último ataque dio una opción a Cuenca con apenas cinco segundos que acabó en parada de Saeid para salvar una victoria (33-32) que parecía asegurada, pero que hubo que pelear hasta el final.
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