Tioumentsev le muestra al Abanca Ademar que la Liga Asobal tampoco es su fiesta

Ajustició el jugador a los locales con un soberbio disparo en el último suspiro que supuso la primera victoria del Bada Huesca en León. Los oscenses se han impuesto por 27-28 en un partido muy igualado e intenso donde ganó el equipo que más lo necesitaba.

El inicio de partido no pudo ser mejor carta de presentación de un duelo que se esperaba vibrante y no defraudó. Dos buenos equipos estaban en la pista y el primer intercambio de goles dejó un elevado tanteador, 4-4, en los primeros cinco minutos.

Ese ritmo tuvieron que frenarlo ambos contendientes. Las intervenciones de Slavic permitían a los locales empezar controlar la situación. A ello se sumó el contragolpe para otorgar al Abanca Ademar la primera ruptura, con el 10 a 8, en el minuto 17. Sin embargo, algo no convencía a Cadenas, que solicitaba tiempo muerto ante un ataque estático que no veía fluido en los suyos.

No lograba nadie imponerse en un duelo intenso e igualado. El 12-12, en el minuto 26, era una muestra de ello, aunque la iniciativa siempre era leonesa. Así fue hasta que, en un siete metros, Sergio Pérez, el mejor hombre de Bada Huesca, establecía el 12-13. A ello se sumó un robo de Miguel Malo para hacer un parcial de 1-4 que servía a los oscenses para irse con máxima renta al descanso: 13-15.

La salida de vestuarios no fue buena para los maristas. Una doble exclusión -Lucin y Donlin- hacía que la distancia de los aragoneses creciera hasta el 14-17.

El ataque leonés estaba muy precipitado y no aprovechaba las ventajas. Solo la rapidez y agilidad de sus hombres le estaba funcionando al técnico de Valdevimbre, y con ello se valían los locales para regresar el choque. Dos rápidas acciones, con parada entre medias de Khalifa, permitía a Feuchtmann anotar y poner el 18 iguales.

El choque se encaminaba a un final muy ajustado. Ambos volvieron a esa fase en la que veían portería con facilidad y el electrónico crecía hacia el 20-21, en el ecuador del segundo tiempo. Fue entonces cuando Cadenas quiso dar un respiro a los suyos, cansados hasta la extenuación y paró el juego para refrescar las ideas.

Con 20-22, Lucin y Feuchtmann sacaban fuerzas de flaqueza de un equipo que se notaba cansado y en un arreón se igualaba la batalla: 22-22; y desde los siete metros, tras otra buena acción defensiva, se establecía el 23-22 que permitía al Abanca Ademar, gracias a su máximo goleador, Gonzalo Pérez, volverse a poner arriba, y llevaba a Nolasco a pedir su primer tiempo muerto.

Aparecían los porteros para sostener las tablas en el partido y encaminarlo a un final de infarto. Solo desde los siete metros lograban anotar ambos equipos, que se iban del 24-24 al 26-26.

Al último minuto se entraba, como no, con empate a 27. Pidió tiempo Cadenas, con 45 segundos por disputarse. Tim Lucin se la jugó, ante el aviso de pasivo, y se topó con Espinha. Le quedaron a los de Nolasco 20 segundos para anotarse su primera victoria en León y lo lograron. Tioumentsev sacó un latigazo que batía a Slavic en el último suspiro y se llevaba el triunfo por 27-28 ante un Abanca Ademar que peleó hasta el final para morir en la orilla.