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Un lance del partido.
Sólo con Saeid no es suficiente
Balonmano | Ademar

Sólo con Saeid no es suficiente

El Abanca Ademar cae ante el Kriens Luzern en un partido plagado de errores en ataque que impidieron a los de Dani Gordo sumar en una cancha difícil

Martes, 8 de octubre 2024, 20:20

Solo un jugador estuvo al nivel adecuado. Y Saeid estuvo sobresaliente, brillante. Pero solo con el portero iraní no es suficiente. El Abanca Ademar cayó en su primer partido de la fase de grupos de la Liga Europea ante el Kriens Luzern (34-30) en un choque donde las dificultades en ataque y los errores maristas impideron que los de Dani Gordo sacaran algo positivo de su visita a Suiza.

HC Kriens Luzern

HC Kriens Luzern

Bonnefoi, Küttel (1), Sigrist (4), Wolfisberg (3), Orbovic (2), Cepic (3), Röttges, Steenaerts (5), Oertli, Sipic (9), Langenick (5), Obranovic, Zimmermann, Idrizi, Flückiger, Näf

34

-

30

Abanca Ademar

Abanca Ademar

Saeid, Linqvist (1), Miñambres, Carlos Álvarez (5), Wasiak (4), Darío Sanz (7), Adri Fernández (2), Rodrigo Pérez (1), Rozada, Zapico (2), Lodos (2), Marawan (1), Álex Díaz (1), Edu Fernández, Benites (4), Álvaro Pérez

  • Parciales 2-1, 5-4, 10-7, 14-11, 17-14, 17-16 (descanso), 21-18, 25-22, 27-23, 29-26, 30-28, 34-30 (final)

  • Árbitros Bozhinovski y Nachevski (MKD). Excluyeron a Zapico, Lodos y a Marawan por parte del Abanca Ademar. Descalificaron a Orbovic con roja directa (min. 47) del Kirens Luzern.

  • Incidencias Stadthalle Sursee de Lucerna (Suiza). Jornada 1 del grupo A de la fase de grupos de la Liga Europea.

El Abanca Ademar, con un Edu Fernández tocado y que no tuvo minutos, rotó en el tramo inicial del partido, viendo salir de inicio a hombres menos habituales como Álex Díaz, Álvaro Pérez o Marawan.

Los maristas se toparon desde el inicio con una defensa muy cerrada del Kriens, con un 6-0 intenso y agresivo que dificultó mucho las maniobras ofensivas a los de Dani Gordo. Y los errores se pagaban caro, con los helvéticos saliendo al contragolpe y castigando.

Las primeras ventajas fueron locales, aunque el Abanca Ademar pudo contrarrestarlas de forma efímera con un parcial 0-2 gracias a un gol en posicional y un robo y contragolpe (3-3) que les daba pistas a los de Dani Gordo: el nivel defensivo marcaría sus opciones.

Un Ademar descosido

El ritmo creció con el paso de los minutos, llegando la anarquía completa al partido: ataques acelerados, precipitados y rápidas transiciones marcaban un encuentro donde el Kriens estaba cómodo. Los maristas arriesgaban, buscando puntear los envíos en la primera línea helvética: si salía bien, era un contragolpe claro; si no, una posición franca de lanzamiento para los locales.

Y, así, los jugadores locales vieron portería con relativa sencillez. Los pases al pivote o las internadas de los jugadores de primera línea se sucedían en unos minutos en los que el Abanca Ademar estaba desbordado y llegó, incluso, la máxima renta para el Kriens, con cuatro goles de renta.

Las claves

Defensa

Cuando la defensa funcionó, Ademar estuvo en partido. Los despistes y desajustes castigaron a los de Dani Gordo.

Saeid

Fue a lo único que se pudo agarrar el Abanca Ademar. El nivel del iraní no fue secundado por sus compañeros.

Pérdidas

Otro de los males de este Abanca Admer. Multitud de pérdidas y errores impidieron que el resultado fuera otro.

El enfado de Dani Gordo con el nivel defensivo de los suyos era notable y se plasmó en un tiempo muerto de muchas correcciones que, a la postre, tendrían su efecto. Con una defensa donde Carlos Álvarez saltaba con frecuencia del 6-0, pero la línea, en general, se mantenía más del seis metros, el Abanca Ademar empezó a recobrar terreno.

Vuelta a las andadas

Y con Saeid. El meta iraní entró en cancha y empezó a tocar balón. En los primeros compases, el Abanca Ademar no lo aprovechó, con pérdidas y errores que impidieron una remontada más rápida. Pero los leoneses sí lograron echar el candado a su portería durante más de cinco minutos para pasar de un 17-13 a un 17-16 al descanso.

El partido bajó el ritmo en el inicio de la segunda mitad. Era un escenario más propicio para el Abanca Ademar ante un Kriens que, si no lograba conectar con el pivote, sufría más en posicional. Pero el conjunto leonés no estaba preciso, de nuevo, ni en defensa ni en ataque.

Los despistes y las pérdidas castigaron de nuevo a los maristas, que volvieron a ver como Kriens alcanzaba su máxima ventaja, de nuevo, con cuatro goles de renta (22-18).

Si a algo se podía agarrar el equipo marista era a Saeid. Con la máxima ventaja para los suizo (25-20) y el Abanca Ademar al filo de irse del partido, el iraní logró encadenar varias paradas seguidas para que los suyos rebajaran la distancia a tres goles. Pero los continuos errores y pérdidas en ataque volvieron a poner la diferencia en esos cinco tantos.

Saeid como único salvavidas

Y el iraní seguía manteniendo con vida al conjunto leonés que, sin embargo, pecaba de esoss errores en ataque. A ello se sumó un contratiempo más, una lesión de Carlos Álvarez en el hombro que le impidió jugar el tramo final del encuentro.

Mientras Saied seguía a un nivel superlativo, el Abanca Ademar tropezaba una y otra vez en errores en ataque. Con unas ofensivas más certeras de los maristas, erráticos en ese aspecto, el resultado sería claramente otro.

Llegó el equipo leonés a estar a dos goles, pero los continuos errores en ataque y que el momento de lucidez de Saeid no podía ser eterno, volvieron a poner a los suizos a una distancia prácticamente insalvable (32-28) a falta de tres minutos para el final.

El partido concluyó con esa diferencia (34-30) y la sensación de que el Abanca Ademar, en un día - más - de inspiración de Saeid dejó pasar una oportunidad para, con un ataque en un nivel habitual, haber podido rascar algo de su visita a Suiza.

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