Fue un fichaje casi sorpresa y uno de los más ilusionantes: Rodrigo Pérez vuelve a casa. Tras cuatro años en Nava y en Chebourg, el central leonés retorna al Abanca Ademar y cumple uno de sus anhelos: «Siempre tuve el deseo de volver a ... casa».
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Y se ha cumplido una vez que Dani Gordo se ha hecho cargo del equipo marista: «Es una pieza fundamental para que se haya dado todo esto. Si hoy soy jugador del Abanca Ademar, buena parte de culpa tiene él».
El central leonés, en declaraciones a leonoticias, explica que las primeras conversaciones reales llegaron en los últimos diez días de agosto, «pero siempre tuve conversaciones informales con Dani Gordo».
«La oferta llega a finales de agosto, cuando acabamos la pretemporada en Huesca con el Cherbourg. Todo se dilató un poco porque las conversaciones entre clubes de distintas ligas siempre son más complicadas, pero tanto Dani (Gordo) como mi agente me aseguraban que la operación no corría peligro. Aun así, tenía cierta incertidumbre», señala.
Pese a estar cómodo en el club francés y con una relación «fantástica» con el técnico del Cherbourg, Edu Fernández, no pudo dejar escapar este tren: «Una oportunidad de volver a casa quizá no volviera a darse. El Abanca Ademar sabía que tenía unos mínimos a cumplir y así fue, así que llegar a un acuerdo fue relativamente rápido».
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Este regreso a casa supone «felicidad» y volver «con un rol diferente». «Vengo a ser un jugador importante en el club de mi ciudad, cerca de mis amigos, de mi pareja, de mi familia... todo rema a favor», señala un Rodrigo que en su día no se sintió infravalorado, pero tenía que salir para «tener minutos, probar cosas nuevas y demostrarme que podía ser un jugador importante».
Y así regresa a León, siendo un jugador «mucho más maduro y que es consciente de todo lo que sucede durante un partido». Llegará para liderar al Abanca Ademar junto a otro central leonés que tuvo que salir a curtirse, como Juan Castro: «Somos versátiles, podemos jugar en todas las posiciones de la primera línea, así que podremos estar juntos en cancha».
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Otro de los centrales es Javi Miñambres, gran revelación de la pretemporada, al que ve ya destacando: «Se le presentó la oportunidad a raíz de la lesión de Juan (Castro), pero es así como se abren esas puertas y aprovechó su momento».
Aun no ha debutado, pero ya vio al equipo en Astorga, algo a lo que «hay que acostumbrarse». «Me da pena que se trate así al Ademar, haciéndole bailar de un lado a otro para entrenar o jugar. Pero el ambiente estuvo bien, aunque no sea el del Palacio», afirma.
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Con la previsión de poder jugar ya ante Benidorm (sábado, 20:30 horas) en la localidad alicantina, Rodrigo ve un equipo «trabajador, que siempre da el callo» con el que el objetivo debe de ser «pelear otra vez contra los Bidasoa, Logroño o Cuenca». «Ellos han dado un paso adelante este año. Es hora de que jugadores, afición y club seamos conscientes de la realidad y de dónde estamos y que el reto debe ser ese», concluye.
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