La portería saca la cara por un Abanca Ademar con orgullo

La reanudación de la competición para el Abanca Ademar se dio con ciertas imprecisiones en el inicio de un hombre, habitualmente, atinado, como Carlos Álvarez.

Pero, por contra, el parón invernal parecía haber sentado bien a un Saeid que, desde el inicio, se mostró a un gran nivel. El portero iraní y la defensa leonesa mantuvieron en pie a un Abanca Ademar ciertamente espeso en el posicional en unos primeros minutos de pocos goles.

Poco a poco, el cuadro de Dani Gordo, aún con esas dificultades en el posicional, iba encontrando 'feeling'. Y también Carlos Álvarez. Al contragolpe, los leoneses se pusieron por primera vez por delante (1-2) y, apoyados en Saeid, evitaron que los cordobeses lograsen rentas de más de un gol en estos primeros minutos.

Los peores minutos del Abanca Ademar se estaban dando. Y el equipo estaba saliendo de ellos con holgura, vivos, con claras opciones de llevar el choque a su terreno. Casqueiro y Carlos Álvarez ganaban en presencia en ataque y Juan Castro, una tarde más, ejercía de líder.

Así, en el ecuador del primer acto, llegó la primera ventaja interesante para los maristas: Juan Castro ponía el dos arriba. Los leoneses se querían escapar en el marcador y tenían un argumento más que fiable - nunca mejor dicho - para abrir distancia: Saeid.

La defensa y el meta iraní fueron los puntales que sostuvieron al Abanca Ademar, incluso durante los dos minutos de exclusión de Juan Castro, a la par que el equipo marista ganaba confianza, especialmente en defensa.

Con ese buen hacer sin balón, la ventaja creció con el paso de los minutos, quizá de una forma más pausada de lo que el nivel defensivo leonés permitía. Santista logró el tres arriba y, minutos después, la brecha llegó a los cuatro tantos (8-12).

Pero Puente Genil despertó a tiempo para llegar al descanso más cerca en el marcador. Un último minuto intenso, con un golazo de 'fly' de Carlos Álvarez y un tanto pontano de Bernabéu sobre la bocina dejaron el colchón ademarista en tan sólo dos tantos (12-14).

Esa tendencia del final de la primera mitad se trasladó a la reanudación. Los ademaristas se vieron superados por la intensidad de Puente Genil, por un ataque de nuevo atorado y un parcial 3-1 propició el empate pontano (15-15).

El cambio en la meta cordobesa, donde Bustos dio la alternativa a Ben Tekaya, algo clave para entender la remontada local. El conjunto andaluz se puso por delante a la par que generaba un extra de agobio en un Abanca Ademar que no encontraba el camino en ataque.

La primera noticia positiva para los maristas fue la roja para Keita en una acción que generó las protestas del equipo local. Y, pese a que los maristas no lograron un gran parcial a su favor, sí consiguió frenar la dinámica pontana para que, al menos, el partido no se pusiera cuesta arriba.

Los maristas aguantaron ante un Puente Genil donde Boskos empezaba a crecer desde nueve metros. Pero le respondía Juan Castro, ejerciendo de líder en los momentos complicados, dejando claro que no le temblaba el brazo en esas acciones.

Pero sólo con Juan Castro no valía. Puente Genil se disparó y logró, por primera vez, romper la ventaja de un gol de la que no conseguían crecer. Así, los cordobeses, con una defensa poderosa, llegaron al tres arriba (23-20) en el ecuador de este segundo acto.

Parecía un momento crítico para el Abanca Ademar. De hecho, lo era. Pero esa garra marista, ese ADN que llevan implícito todos los jugadores leoneses, hizo acto de presencia. Un parcial 0-3 dio oxígeno a los ademaristas, impulsados también por la entrada de Kilian Ramírez en portería, para igualar el choque (23-23).

En estos dígitos se quedó el marcador durante unos minutos. Puente Genil, atascado, encontrando en el meta canario de Abanca Ademar un auténtico frontón, se fue apagando y, al contragolpe, Casqueiro y Carlos Álvarez, golpearon para los ademaristas (23-25). El partido se ponía de cara para los de Dani Gordo.

Pero el partido seguiría dando vueltas porque se había convertido en una montaña rusa donde los dos porteros eran los 'maquinistas', los que marcaban hacia qué dirección se dirigían los vagones. Ben Tekaya, con dos paradas consecutivas, metió de nuevo a Puente Genil en el partido, que no empató por la aparición, la enésima, de Kilian Ramírez.

Un gol de Carlos Álvarez a falta de tan sólo un minuto para el final y otra intervención más de Kilian dejaron el partido resuelto para un Abanca Ademar que empieza el 2024, lleno de malas noticias, con una buena nueva en forma de victoria (26-28).