
El Abanca Ademar nunca ha dejado de estar atento al mercado, pero la nueva situación geopolítica del este de Europa ha reactivado el interés marista en encontrar refuerzos para su plantilla y afrontar con la ansiada tranquilidad el tramo final de temporada.
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Los equipos bielorrusos y rusos, excluidos de las competiciones continentales, han visto como varios de sus jugadores han abandonado sus plantillas, además del evidente éxodo de jugadores de formaciones ucranianas como el Motor Zaporozhye, integrante de Champions.
Son varios los jugadores que se han quedado ahora mismo sin equipo a causa de la invasión rusa de Ucrania y el Abanca Ademar está atento a posibles movimientos y oportunidades de mercado ocasionados por esta dramática situación.
Una de las opciones que más seduce a los maristas es la de Carlos Molina, lateral cordobés que militaba en el Motor Zaporozhye y que ya interesó hace un mes y medio al Abanca Ademar. El club leonés ha vuelto a mostrar su interés en el andaluz para, una vez que se recupere del evidente estrés de la huida de Ucrania, tratar de incorporarle al Abanca Ademar.
Pero son varios los jugadores europeos que han salido, por ejemplo, del Meskhov Brest en el que entrenaba Dani Gordo y que iba a ser el club del central de Logroño, Agustín Casado, y de extremo ademarista Gonzalo Pérez, algo que está en duda con la situación actual.
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Más atentos que nunca, en el Abanca Ademar analizan las posibilidades de reforzar su equipo con estos jugadores que han huido del conflicto y que podrían encontrar en León su nuevo destino.
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