Los extremos hacen volar al Abanca Ademar

La igualdad que se preveía se plasmó en los primeros minutos. Dos goles rápidos, uno en cada portería, hacían presagiar un encuentro de marcador alto, pero las imprecisiones llegaron rápidamente en ambos ataques.

Huesca encontró antes el camino del gol y planteó las primeras dificultades a un Abanca Ademar que estaba inseguro en el posicional, pero que fue retomando poco a poco sensaciones positivas.

Y a ello ayudó Saied, que empezó a tocar balón. Un par de paradas consecutivas del iraní facilitaron la remontada marista, cimentada en un parcial 0-4 con tres goles de Casqueiro, dos de ellos al contragolpe, que pusieron por delante a los de Dani Gordo.

Pero iba a ser un partido muy largo. Nolasco pidió un tiempo muerto para reordenar a su equipo, descosido por ese vendaval marista, y logró recomponer a los suyos. Con un parcial 3-0, los altoaragoneses empataron (7-7) y el choque 'comenzaba' de nuevo.

Los contragolpes y esa posibilidad de correr daba alas a un Abanca Ademar que se mantuvo por delante en el marcador, hasta con dos goles de diferencia, pero el partido estaba marcado por la irregularidad: ambos equipos iban a rachas.

Dani Gordo buscaba soluciones, como dar entrada a Rodrigo o, incluso, colocar de nuevo a Carlos Álvarez en el puesto de lateral para dar una mayor fluidez al posicional.

Pero el mejor momento de los marista volvió a nacer en la portería, con otro serial de intervenciones de Saeid, que lanzaron al Abanca Ademar a la contra y a alcanzar una máxima renta de cuatro goles, que se quedó en tres tantos al descanso (13-16).

Movió el banquillo Dani Gordo, dando refresco al equipo con Zapico y Miñambres, que también podía aportar más electricidad al posicional marista, para tratar de evitar que Huescase pudiera acercar en el marcador.

Con cuatro goles de renta y una exclusión en Huesca, Abanca Ademar tenía la opción de 'matar' el partido. Pero dos fallos al contragolpe dieron vida a los oscenses y un Arguillas que comenzó a agigantarse para liderar la remontada altoaragonesa: cuatro miutos después, empataban el partido y Dani Gordo pedía tiempo muerto.

Casqueiro rompió esa dinámica, pero Arguillas seguía 'on fire', deteniendo lanzamientos casi imposibles y la remontada oscense se acabó produciendo en el minuto 42 (20-19). El escenario era nuevo para Abanca Ademar.

Era el momento para los buenos y apareció Carlos Álvarez. En los instantes de mayor zozobra para los maristas, el pontevedrés tomó la responsabilidad de sacar del atolladero anotador a los de Dani Gordo y remolcarles.

El Abanca Ademar volvió a ponerse por delante en el marcador y, superado el ecuador de la segunda mitad, el motor parecía volver a subir revoluciones. Saeid volvió a parar, Rodrigo y Casqueiro se unieron a Álvarez y Abanca Ademar logró tres goles de renta que les daban aire.

El conjunto marista llegó a los últimos minutos con tres goles de renta, liderados por un Casqueiro y un Carlos Álvarez sensacionales, que supo administrar incluso con una doble exclusión en contra: el paso adelante de los de Dani Gordo a la hora de gestionar los minutos finales era notable.

Con cierta tranquilidad, incluso, y con una gran defensa, el Abanca Ademar cerró sin sobresaltos el partido. Con un definitivo 26-29, los de Dani Gordo se llevaron una victoria de mucho valor con la que se encaroman a la parte alta de la tabla y enlazan, por primera vez este curso, dos triunfos de forma consecutiva. El motor marista gana en revoluciones.