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Juan Castro, en un lance del partido. Minguela
La defensa abandona al Abanca Ademar en el derbi
Balonmano | Ademar

La defensa abandona al Abanca Ademar en el derbi

El conjunto marista sigue sin sacar su mejor versión lejos del Palacio y cae en un derbi de muchos goles donde los de Dani Gordo no brillaron en defensa

Sábado, 18 de mayo 2024, 19:43

La temporada acaba y Dani Gordo no ha encontrado el jarabe, la medicina que sane al Abanca Ademar cuando sale de Palacio. El equipo leonés, en el derbi ante Atlético Valladolid que siempre es especial, cayó de nuevo a domicilio (36-33). Ha sido el ... gran mal de los maristas, que han vuelto a tropezar en él para despedirse, de forma definitiva, de sus remotas opciones de acabar en cuarta posición.

Recoletas At. Valladolid

Recoletas At. Valladolid

Nagy, Lima (2), Freitas (6), Álvaro Martínez (9), Miguel Martínez (8), Pedro Martínez, Dimitrioski, Rosell, Camino (2), Calle (3), Herrero, Manu García (3), Toledo (2), Dimitrievski (1), Fuentes

36

-

33

Abanca Ademar

Abanca Ademar

Saeid, Miñambres (2), Carlos Álvarez (4), Casqueiro (1), Darío Sanz, Oliveira (1), Rodrigo Pérez (6), Castro (10), Zapico, Adelino (1), Saiz, Martín (1), Popovic, Santista (5), Wasiak (2), Álvaro Pérez

  • Parciales 4-1, 6-2, 8-7, 13-10, 17-12, 20-16 (descanso), 24-17, 27-20, 31-23, 34-27, 34-31, 36-33 (final)

  • Árbitros Ausás Busquets y Florenza Virgili. Excluyeron a Dimitrievski y a Álvaro Martínez por parte del At. Valladolid y a Adelino, Santista, Darío Sanz y a Martín por parte del Abanca Ademar. Descalificaron a Toledo, de Atlético Valladolid (min. 15) y a Santista, del Abanca Ademar (min. 46).

  • Incidencias Pabellón Huerta del Rey. Jornadas 29 de Liga Plenitude Asobal

Desubicados, desnortados. La vuelta a la competición no sentó bien a un Abanca Ademar que tardó unos cinco minutos en entrar en juego, en adaptarse al alto ritmo que Valladolid, desde un inicio, impuso.

Los de Pisonero arrancaron con un parcial 4-0 a favor que ya puso el partido cuesta arriba para los de Dani Gordo. Juan Castro ejerció de capitán para, en estos momentos de zozobra, mantener el pulso vital del equipo.

Trataron de reaccionar los leoneses, pero con una defensa inoperante, el Abanca Ademar no pudo hacer nada. El hueco creció hasta los cinco goles (7-2) para Valladolid en un tramo de partido donde el ritmo local superaba al de los de Dani Gordo, que tampoco encontraron la manera en defensa.

La entrada de Álvaro Pérez en porterío supuso un pequeño balón de oxígeno para los maristas que, jugando a arreones, llegaron a ponerse a un gol de Valladolid (8-7) a la par que los locales perdían a Toledo, descalificado por una dura acción sobre Rodrigo Pérez.

Una defensa ausente

El partido ganó en tensión, en piques y en ambientes, con muchas interrupciones, más de las habituales para un partido de balonmano, en un encuentro donde la defensa de Valladolid estaba siendo especialmente dura en los seis metros para tratar de frenar los ataques leoneses.

Los locales recibían muchos goles, pero más aún un Ademar lejos de su mejor versión en defensa, mostrando esa cara más habitual a domicilio que le impidió, pese al alto número de goles anotado, llegar al descanso en una buena posición (20-16).

El inicio de la segunda mitad no fue mejor para los maristas, que se encontraron con un parcial 3-0 en contra de salida en apenas dos minutos que obligó a Dani Gordo a pedir tiempo muerto antes de que la situación fuese irreversible.

El partido se escapa

Los leoneses lograron frenar, al menos, que la diferencia fuese a más, pero no conseguían acercarse en el marcador, que ya reflejaba siete tantos de diferencia (26-19) entre ambos equipos: el Abanca Aedmar tenía que tirar de épica.

Pero el partido no cambiaba de ambiente, de tendencia. La corriente seguía siendo favorable a Valladolid, que sí mejoraba en defensa, algo que no lograban los de Dani Gordo, que seguían encajando goles que relativa facilidad, proyectando más de 40 tantos en contra.

Reacción tardía por carácter

Lo intentó hasta el final el Abanca Ademar. Va en su ADN, en su esencia, en su escudo. Y más aún en 'territorio hostil', en Huerta del Rey, donde siempre se espera que los maristas den un plus. Lo dieron en el tramo final, a la desesperada.

La defensa leonesa mejoró de forma notable, pero esa reacción llegó demasiado tarde. El equipo leonés fuer recortando la diferencia, de forma paulatina, con minutos para los más jóvenes como Miñambres, que jugaron con desparpajo, pero ese paso adelante llegó cuando la remontada era muy complicada.

A falta de un minuto, los leoneses perdían de dos y un gol de Miguel Martínez ya dejó sin opciones a los de Dani Gordo, que cedieron en Valladolid, confirmando que lejos del Palacio pierden buena parte de su poderío.

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