
Carlos Álvarez, jugador del Abanca Ademar
La despedida de Carlos Álvarez: «Tarde o temprano, volveremos a encontrarnos»El extremo gallego se despide de León tras dos temporadas a gran nivel donde ha encontrado «un vínculo increíble» gracias al que se siente muy unido a la ciudad: «Si las circunstancias hubiesen sido un pelín distintas, hablaríamos de otra cosa. Pero no podía dejar pasar el tren del Sporting»
Para muchos, dos años no suponen nada. Para otros, lo es todo. En este último grupo se encuadra Carlos Álvarez. El extremo derecho gallego del Abanca Ademar ha estado tan sólo dos temporadas en León, pero han dejado una huella imborrable en su vida. El jugador marista se va: no podía dejar escapar el tren de enrolarse en uno de los mejores clubes del mundo, el Sporting de Portugal. Pero se va con pena, orgullo y una sensación de corazón lleno.
«Fue un cambio importante», reconoce Carlos Álvarez, rememorando el paso del Cisne, su equipo de toda la vida, en Pontevedra, al Abanca Ademar. «Era un paso clave para mi y tuve la suerte de coincidir con gente increíble que me hicieron sentir como en casa desde el primer momento», expone a leonoticias.
Era un cambio que el gallego, el 'tigre de Sanxenxo', sabía que «me iba a tocar dar en algún momento». Pudo darse un año antes, con tan sólo 19 años, cuando Manolo Cadenas, tras la salida de Gonzalo Pérez rumbo al Wisla Plock, vio en Álvarez a su relevo ideal: «Que una personalidad como Cadenas muestre interés en ti es increíble. Lo consulté con mi familia y decidimos esperar un año más».
Y así fue. En 2023, con la salida de otro gran extremo salido de la cantera marista, Antonio Martínez – de la misma generación que Carlos Álvarez -, el gallego sí aceptó la oferta de Abanca Ademar. «Y he encontrado aquí una nueva familia, un hábitat nuevo. Y eso es muy complicado», relata, con emoción en unos ojos que ahora miran a los últimos exámenes que le quedan y a un breve periodo de descanso.
«Nada hubiera sido igual sin el Ademar»
Pero antes de ponerse en 'modo Sporting' y vestirse de verdiblanco, Álvarez hace repaso a su periplo en el Abanca Ademar con leonoticias. En dos temporadas, ha estado dos veces en el once ideal de Asobal y ha sido dos veces máximo goleador de la competición, a lo que suma un premio de mejor jugador de la liga y su debut con la selección española, disputando incluso el último Mundial: «Cuando sales de casa, vienes con ganas de hacerlo bien y crecer. Pero nunca te imaginas que las cosas puedan salir tan bien. Llegas con incertidumbre y te reciben así… si no llego a venir al Ademar no sé qué hubiera pasado, pero nada sería igual».
Carlos Álvarez insiste en que su gran rendimiento viene explicado también, en parte, por esa sensación de estar cómodo y arropado en León. Y destaca n nombre: Dani Gordo. «Todos sabemos el carácter que tiene, pero es muy cercano y comprensivo, siempre te exprime y saca cosas de ti que ni sabías que tenías. He tenido la suerte de que me haya entrenado y que nunca me haya dejado relajarme».

Otro de los propósitos del gallego era irse dejando al Ademar «donde se merece», es decir, en Europa. Y lo lograron en la Copa del Rey, con un subcampeonato que lleva a los maristas directamente a la fase de grupos de la Liga Europea: «Ver a todos los compañeros, directiva y afición tan felices hace que todo merezca la pena. Se están haciendo las cosas bien para volver a poner al club donde se merecen».
Y, como el deporte es así, se puede dar que el primer partido oficial de Carlos Álvarez con el Sporting sea ante el Ademar en la Supercopa Ibérica: «Así es esto, un mes juegas con el Ademar y al siguiente contra ellos», bromea. «Sería muy emotivo y es una alegria ver a este club en citas como estas».
Un «vínculo increíble» con León: «Me ha marcado mucho»
Lo que tiene claro es que pronto volverá a visitar a toda la gente que ha dejado en León porque «he encontrado un vínculo increíble». De hecho, no es raro ver a Carlos Álvarez lucir la bandera de León, estar siguiendo a otros clubes de la ciudad como la Cultural – tanto en fútbol como en baloncesto – y ser un leonés más: «La gente se vuelca muchísimo, he hecho muchas amistades… y, con respeto a los leoneses, me siento hijo adoptivo de la ciudad. Siempre me he sentido valorado y querido y me he volcado con todo lo que sea de León. Es una ciudad que me ha marcado mucho».
Es por ello que su salida es más dolorosa y el propio extremo marista reconoce que, «si las circunstancias fuese un pelín diferentes, estaríamos hablando de otra cosa». «Pero este tren sólo pasa una vez y el Sporting es uno de los seis mejores clubes del mundo», afirma.
Pero abre la puerta a volver en el futuro: «Tarde o temprano, volveremos a encontrarnos». «El deporte da muchas vueltas, pero encontrar un círculo tan bonito como el de León… es muy difícil. El rendimiento que he dado aquí no es casual, es gracias a toda esa atmósfera. No sé en cuántos años será, pero nos volveremos a ver seguro», atestigua.

Porque el gallego tiene claro que el Ademar es un club que «marca». «Estuve hablando con Antonio García, que ha tenido una carrera larguísima. Sólo estuvo un año en León y también le marcó muchísimo. Es una ciudad y un club que tienen un vínculo especial».
De esta manera, con morriña en sus ojos y un sentimiento de haber encontrado algo que es tan difícil de encontrar, sensación de identificación con una tierra ajena, Carlos Álvarez se va al Sporting de Portugal. Deja atrás un importante legado en tan solo dos años, se va dejando huella, pero con un matiz: León y el Ademar también han dejado una huella inborrable en él.
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