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Como si de un mal recuerdo se tratara, la defensa del Abanca Ademar recordó a la de la temporada pasada, a una defensa débil, incapaz, superada en todo momento.
Y sin ese factor, que esta temporada había dado mucha fiabilidad a los maristas, el equipo ... leonés ha hincado la rodilla en su visita a una cancha siempre complicada, El Sargal. El Abanca Ademar ha caído 39-32 ante el Rebi Cuenca en un partido desastroso en el ámbito defensivo.
Rebi Cuenca
Espinha; Nacho Pizarro (2), Teixeira (2), Simonet (5), Pozzer (4), Fede Pizarro (10), Hackbarth (8) – siete inicial – David Mach, Sergi Mach (1), Neves (4), Martín (1), Colmena, Vera (1), Arnau Fernández (1), Sergio López (1), Notario
39
-
32
Abanca Ademar
Kilian Ramírez; Carlos Álvarez (7), Wasiak (1), Juan Castro (8), Santista (2), Milosavljevic, Casqueiro (5) – siete inicial – Saeid, Miñambres (4), Darío Sanz (2), Oliveira (1), Rodrigo, Zapico, Adelino (2), Alberto Martín
Parciales 3-3, 8-5, 12-8, 15-10, 17-12, 21-15 (descanso), 24-16, 27-20, 30-21, 32-24, 36-27, 39-32 (final)
Árbitros Iniesta Castillo y García Rodríguez. Excluyeron a Sergi Mach, Colmena y a Álvaro Martín por parte de Cuenca y a Rodrigo, Wasiak y a Álvaro Pérez por parte de Abanca Ademar. Descalificó con tarjeta roja (min. 32) a Milosavljevic, del Abanca Ademar.
Incidencias Pabellón de El Sargal. Jornada 7 de la Liga Plenitude Asobal.
El alto ritmo que imprimían los dos equipos marcó el inicio de partido. El Abanca Ademar, que suele sentirse cómodo a alta velocidad, quería castigar el teórico desgaste delos conquenses, que jugaron Liga Europea el martes, con este frenético ritmo.
Fue un toma y daca constante, un viaje acelerado entre una y otra portería que lo que ocasionó fue que los goles subieran sin parar en ambos marcadores.
Hasta que esas revoluciones desbocadas pasaron factura a un Abanca Ademar que empezó a errar lanzamientos. Espinha se hizo grande en la meta conquense y frenó en seco los deseos maristas. Un parcial 3-0 dio la primera renta importante a los locales.
En el otro área, Kilian Ramírez también estaba acertado, también estaba tocando balones, pero no contaba con la defensa como 'aliada' y los rechaces caían en manos castellano-manchegas. El trabajo se le multiplicaba al canario, que hacía lo que podía, pero la herida ademarista no dejaba de sangrar.
Lo probó todo Dani Gordo, desde tiempos muertos, rotaciones en el equipo, y hasta en el sistema defensivo, pasando a un 5-1. Pero la primera línea conquense seguía haciendo polvo a un Abanca Ademar grogui en defensa y en ataque.
En la ofensiva, sólo Juan Castro, Casqueiro y un sensacional Carlos Álvarez mantenían con cierto hálito al Abanca Ademar, que veía como la desventaja llegaba a ser hasta de siete goles (20-13).
Sea como fuera, la fuga estaba en defensa: por encima de los 20 goles encajados, el partido recordaba más a la temporada pasada que a la actual, pero con las dificultades en ataque del curso 2023/24. Al descanso, el Abanca Ademar tenían una losa muy pesada que levantar: seis goles de diferencia (21-15).
La defensa leonesa hizo aguas. No fue capaz de parar a una primera línea conquense inspirada y fue de escasa ayuda a la portería marista.
Fue el único que estuvo a un buen nivel. El gallego estuvo acertado en el lanzamiento, tanto del extremo como desde el lateral. Sigue creciendo.
El argentino, uno de los jugadores más importantes de Cuenca, volvió a liderar al equipo local. Fue un tormento para el Abanca Ademar.
La segunda mitad no cambió el panorama para los maristas. Es más, se complicó, con la descalificación por tarjeta roja de Milosavljevic que, también es cierto, estaba pasando totalmente desapercibido en el encuentro.
La desventaja se fue hasta los ochos goles (25-17) y lo que antes funcionaba, Kilian Ramírez y Carlos Álvarez, bajaron su nivel. El meta canario dejó su lugar al joven Álvaro Pérez y el gallego, con minutos en el lateral, vio como sus números empeoraron.
Apenas hubo historia en el resto del partido, con un Abanca Ademar que luchaba únicamente porque la derrota fuese lo más decorosa posible en un día donde, además de todo lo que estaba haciendo mal el equipo leonés, la fortuna también le daba la espalda.
Y para muestra, un botón. En una acción de ataque de Cuenca, Diego Vera cayó sobre un Rodrigo Pérez que ya estaba en el suelo y el central leonés abandonó la cancha en brazos doliéndose ostensiblemente de su rodilla izquierda.
La desventaja leonesa llegó a superar incluso los diez goles y los de Dani Gordo se propusieron maquillar esa situación para que el marcador no fuese tan doloroso. Solo Javi Miñambres, con un gran nivel en estos minutos, arrojó algo de luz para los maristas.
El partido concluyó, y el Abanca Ademar lo agradeció, después de padecer un auténtico calvario en El Sargal, una pesadilla que estaba siendo muy real. Con un definitivo 39-32, el cuadro leonés puso rumbo a casa a pensar ya en el 'reestreno' del Palacio.
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