Balonmano de salón en el Palacio

Comenzó el partido de forma frenética y en tan solo 90 segundos el marcador ya mostraba dos goles para cada equipo. El Ademar buscaba goles rápidos al contragolpe, pero en defensa se mostraba muy poco férreo. Tampoco Saeid estaba aportando ya que todavía no había hecho ninguna parada cuando Dani Gordo pidió un tiempo muerto tras llegar al quinto minuto con un parcial de 3-5. Todo lo contrario que Mile Mijuskovic, que lideraba a su equipo con un 50% de paradas en los primeros minutos que dejó al equipo cántabro rápidamente tres goles arriba.

La exclusión de Adrián Fernández, futuro jugador del Ademar, dio aire al equipo leonés que en el minuto nueve empató el choque. El partido se niveló entonces, con algún intercambio de golpes, hasta que otra exclusión del Torrelavega volvió a ser aprovechada por el equipo de Dani Gordo que anotó dos goles a puerta vacía para colocar el 11-9 en el electrónico. Alejandro Mozas recurrió al tiempo muerto para tratar de frenar la sangría cántabra que estaba aprovechando especialmente Juan Castro, que ya llevaba seis tantos en solo 14 minutos.

El míster del Bathco consiguió que la ventaja no fuese mayor, pero Adrián Fernández volvió a ser excluido, quedando apercibido cuando solo se habían disputado 16 minutos. El Abanca Ademar, eficaz en esas lides, consiguió terminar los dos minutos en superioridad con cuatro goles de ventaja. El Torrelavega no supo sufrir en sus peores momentos y el partido comenzó a escaparse para el equipo de Mozas. La descalificación de Matheus Novais fue un síntoma de la falta de moral del conjunto cántabro que tras haberse colocado tres goles arriba en los primeros minutos sufrió un parcial de 15-3.

Los de Dani Gordo bajaron un pie del acelerador y el Torrelavega volvió a anotar después de bastantes minutos sin hacerlo. Tres goles seguidos del equipo visitante alertaron al Ademar de que el trabajo aún no estaba completado. Sin embargo, Juan Castro no estaba por la labor de que el partido se escapase. El capitán terminó la primera parte con hasta nueve goles en su casillero, firmando seguramente su mejor partido de la temporada para que el conjunto del Palacio se fuera a vestuarios con un 22-15 a su favor.

Tras la vuelta a la cancha, el Torrelavega salió con ímpetu para poder mantenerse con vida en el encuentro, pero ahí apareció Álvaro Pérez. El portero vallisoletano arrancó la segunda parte defendiendo el arco ademarista y con varias paradas detuvo los intentos del conjunto cántabro de reducir la renta de siete goles que lucía el electrónico cuando terminó el primer tiempo.

No solo se mantuvo la ventaja en los primeros minutos. Un Ademar menos brillante, pero muy pragmático conseguía que el equipo de Mozas no consiguiera acercarse en el marcador. Tampoco el equipo local se despegaba más del electrónico, pero la renta conseguida parecía suficiente como para brindar a la afición leonesa una victoria. La sólida defensa y el gran porcentaje de paradas de Álvaro hacían infranqueable a los de Dani Gordo.

El parcial de 35-27 a falta de cinco minutos permitió al entrenador ademarista vivir el final del duelo con mayor tranquilidad y repartir minutos entre los menos habituales, que no bajaron el ritmo de sus compañeros y cerraron una sólida victoria por 40-30. El partido sirvió para confirmar el gran momento del Ademar que está acabando la temporada a un grandísimo nivel y que es de valorar a pesar de tener complicado volver a competir en el Viejo Continente.