Antonio García y su última vez en el Palacio: «Siempre será un lugar especial»

Es su 'The Last Dance' en una plaza que, para él, siempre ha sido muy especial. Antonio García, ahora jugador de Fraikin Granollers, visitará este domingo (12:30 horas) por última vez el Palacio de los Deportes para medirse a su exequipo, el Abanca Ademar.

Apenas estuvo una temporada en León, la 2011/12 - en la que los maristas se quedan a las puertas de la Final Four de la Champions -, pero el poso que ha dejado en el lateral catalán de 40 años ha sido importante.

«Siempre es especial volver a León. Sólo estuve allí un año, pero fue muy bonito, muy intenso... y siempre que he vuelto se me ha tratado con mucho cariño», expone el lateral barcelonés a leonoticias.

Pero no será una visita más para García. Desde que anunció su retirada, «quería que fuese antes de jugar en León», disfruta más cada partido. «Es algo que he hecho desde que he vuelto a Granollers, pero ahora con mucha más razón», ha expresado. En el Palacio, para que sea un partido aún más emotivo, estará acompañado de sus hijos y su familia: «Es uno de los lugares emblemáticos del balonmano español y un sitio que tenía marcado para poder despedirme».

García recuerada esa etapa, breve pero intensa, en el Ademar con cariño porque se juntaron en León «un grupo de jugadores recién llegados a la élite que hicimos una gran temporada en Liga Asobal y Champions». Y recuerda, en especial, la final de la Copa Asobal en León «con un ambiente que pocas veces he vivido» y donde el Barça ganó 27-28. «Son recuerdos imborrables», ha expresado.

Ahora, el lateral de Granollers ve a un Abanca Ademar que está recuperando «su identidad y su sitio, el de pelear por Europa» después de temporadas con «muchos cambios de jugadores». Espera, así, un partido «intenso, de ritmo alto y transiciones» donde «el que controle más los riesgos que se van a tomar y los errores, ganará».

Y, ante todo, espera una afición leonesa que vuelva a arroparle, como siempre que ha visitado el Palacio: «Han pasado muchos años, más de diez, desde que salí del Ademar, pero el trato siempre ha sido increíble. Estoy seguro de que lo volverá a ser».

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