La defensa condena a Abanca Ademar en Valladolid

El encuentro comenzó con gran intensidad por parte de ambas escuadras. En los primeros cinco minutos de juego con casi una decena de goles.

El primer parcial favorable llegaría sobre el minuto cinco, con un Atlético Valladolid muy efectivo y veloz en las transiciones de defensa ataque. Pese a esta ventaja de dos tantos, los ademaristas continuaron con su juego estable y continuo.

Tras un cuarto de hora de juego, Atlético Valladolid conseguía percurtir claramente en la portería de Panos (introducido por Cadenas, al no sentir confianza con Bomastar). Los vallisoletanos conseguían abrir hueco y obligaban al míster ademarista a pedir tiempo muerto.

La primera parte del encuentro concluía con un robo de Ademar León, pero sin tiempo para disparar. Media hora de juego que concluía con los de Cadenas tres abajo. (20-23)

El descanso fue momento de reflexión para los leoneses, que salieron con intensidad y muestra de ello, fue el parcial de tres a cero para los visitantes, consiguiendo de esta manera igualar el partido.

La intensidad ofrecida por ambos conjuntos en la primera mitad, prosiguió en el segundo tiempo, con anotación muy alta y con defensas inexistentes. Una capacidad ofensiva que se veía beneficiada por la falta de contundencia en el apartado defensivo.

Pese al buen arranque de los visitantes, Atlético Valladolid era capaz de sobreponerse y volvían a conseguir a elevar la diferencia en dos goles. Balances defensivos que desesperaban al propio Manolo Cadenas, que seguía ajustando la defensa.

Los minutos seguían corriendo y Ademar León no era capaz de mantener una racha positiva, que le permitiera acercarse en el luminoso. Atlético Valladolid mantenía su estabilidad defensiva para frenar las acciones veloces de los leoneses.

Una corriente de juego y partido que no era del agrado del entrenador marista, que decidió jugar sin guardameta, buscando esa superioridad en pista a la hora de trenzar las jugadas ofensivas.

El encuentro se rompería a falta de tres minutos para la conclusión. Atlético Valladolid aprovechaba la superioridad númerica y la falta de guardameta en la puerta marista, que provocaba que las contragolpes acabaran con tanto local.

Al final de la hora de juego, Ademar León recibía un duro golpe y se iba de vacío del Polideportivo Huerta del Rey. Un triunfo local que les permitió salir de los puestos de descenso.