El Abanca Ademar saca su mejor cara al son de Natan Suárez para hacer mortal al líder

El Palacio se despedía de esta fase de grupos recibiendo al invicto líder, pero la pista leonesa quería ser, una vez más, mágica para los intereses del Abanca Ademar. Los hombres de Cadenas, con un hambre y un coraje que ha recordado a sus grandes noches europeas, salió desde el inicio con una enorme intensidad.

La defensa frenó en seco a un Wisla Plock sorprendido por la agresividad de la muralla marista, acompañada de un Khalifa a buen nivel. Un parcial 3-0 para comenzar fue la bienvenida del Abanca Ademar a los polacos, a los que sólo un gran Morawski en los primeros compases les salvó de una desventaja mayor.

Animados por este superlativo arranque de partido, neutralizando al 'cerebro' polaco, Nico Mindegía, el Abanca Ademar también 'voló' en ataque con un Lucin en estado de gracia y un Natan Suárez a alto nivel. El buen nivel del catalán dio un plus de imprevisibilidad al estático leonés fundamental para rebasar a la zaga de Wisla Plock y que tanto había necesitado el equipo de Cadenas en las últimas jornadas.

Todo estaba funcionando en el Abanca Ademar, que incluso había apostad por Casqueiro de inicio, cumpliendo con nota en defensa, donde actuó de lateral. El paso de los minutos no generó un bajón de nivel en los leoneses, que llegaron a tener hasta seis goles de renta.

Llegó la esperada reacción de Wisla Plock superado el cuarto de hora de juego, recortando su desventaja hasta los tres goles, coincidiendo con los minutos de mayor rotación en el Abanca Ademar. Cadenas quería frescos y enchufados a todos sus jugadores, pero lo cierto es que el equipo mostraba una versión mucho más solvente con Lucin y Natan Suárez en cancha.

El cuadro leonés no dejó a Wisla Plock soñar con la remontada y volvió a meter una marcha más, liderada por el croata y el catalán, para irse al descanso con un marcador que ni los más optimistas preveían (16-9).

Pese a la inercia positiva de la primera mitad, el partido no estaba para nada resuelto. Wisla Plock salió con mucha fuerza tras el descanso y, aprovechando el cambio de portero en el cuadro marista, con Slavic en pista, anotaron un parcial 0-3 que recortó distancias ante un Abanca Ademar que mostró alguna dificultad más en el ataque posicional.

Mantuvo el tipo el conjunto de Cadenas, que no dejó que la renta bajara de esos cuatro goles. Esa era la 'marca de agua' para poner el triunfo en peligro y los leoneses la mantuvieron a raya, pese a que el choque no estaba en una dinámica tan positiva para el Abanca Ademar como en el primer periodo.

Pese a todo, Natan Suárez seguía destilando 'magia' para desatascar ese estático más espeso, conectando con el pivote, donde Rubén Marchán engordó sus números, y aportando mucha electricidad a la ofensiva.

Pero la gasolina en el depósito del Abanca Ademar empezaba a agotarse. El despliegue físico de los maristas había sido tremendo y la fatiga comenzaba a notarse. Wisla Plock, que nunca se fue a nivel mental del partido, ni siquiera perdiendo de siete, estaba ahí, presionando para llevarse el partido y, a falta de siete minutos, superó esa 'marca de agua' de los cuatro goles tras varias pérdidas leonesas.

Pero el héroe de la noche tenía que ser Natan Suárez. Khalifa, con una prodigiosa parada, evitó que los polacos se pusieran a dos y, a continuación, el catalán anotó tres goles seguidos, con uno de Wisla Plock intercalado, para dar tranquilidad y dejar los puntos en el Palacio.

Los minutos finales fueron relativamente plácidos. El Abanca Ademar pudo saborear esta importante victoria, ante un rival que llegaba sin ceder ni un sólo empate ni una derrota en toda esta competición. Fueron los maristas y la magia de Natan Suárez quienes hicieron claudicar, por primera vez, a Wisla Plock.