La defensa volvió a estar lejos de su nivel ideal en un Abanca Ademar que sigue desangrando por los cimientos. Ante Bada Huesca, los de Manolo Cadenas volvieron a encajar más de 30 goles, sinónimo de derrota para el cuadro leonés que sigue sin encontrar ... soluciones a esa fragilidad defensiva.
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En tierras altoaragonesas, los maristas superaron esta cifra de goles recibidos por octava vez en tan sólo once jornadas, finalizando sólo uno de esos ocho encuentros con victoria: el 31-32 ante Bathco BM Torrelavega previo al último parón internacional.
Este es, sin duda, el principal punto donde debe mejorar un Abanca Ademar que, pese a cometer errores y pérdidas en ataque, no suma unas malas cifras goleadoras pero que acaban siendo lastradas por la debilidad defensiva.
Ante Huesca, esos 33 goles encajados llegaron a pesar de una buena actuación de Panos bajo palos, que alcanzó un 38% de acierto bajo palos con una efectividad bastante alta en los lanzamientos de nueve metros, pero cuya actuación se vio lastrada por un mal día de Bomastar, en torno al 17% de acierto en portería.
Pero, más allá de eso, la defensa marista no da síntomas de evolución o, más bien, no los dio en Huesca, ya que ante el Recoletas Atlético Valladolid e, incluso, por momentos ante Torrelavega, sí parecía haber dado un pequeño paso adelante frenado en seco en tierras oscenses.
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Ahora, Cadenas y su cuerpo técnico buscan cómo fortalecer especialmente este aspecto de cara a la próxima cita de los leoneses, que tendrá lugar este sábado (19:00 horas) ante Benidorm.
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