El Abanca Ademar cae víctima de sus propios errores ante el gigante Magdeburgo

Llegaba a León el Magdeburgo, uno de los grandes clubes de Europa, y ante la pelea y la garra del Ademar se impusieron las imprecisiones en ataque de los locales, que se acabaron ahogando durante la segunda parte. Los leoneses han caído por 27-31 ante el conjunto alemán y suman su segunda derrota de la fase de grupos en otros tantos partidos de la Copa EHF.

El Abanca Ademar partía con dos sensibles bajas, en ataque y en defensa, al no poder contar ni con Gonzalo Carou ni con Mosic. A ello se sumaba un rival muy potente, plagado de internacionales, que tenía en el juego directo uno de sus grandes peligros.

El conjunto de Manolo Cadenas trató de marcar su ritmo en un buen inicio, con un tanto de Marchán y un penalti transformado por Mario López, que ponía el 2-0 unido a las paradas de Slavic.

Aunque poco tardó Magdeburgo en dar la vuelta al marcador aprovechando las imprecisiones en ataque de los leoneses. Hornke y O'Sullivan colocaban el 2-4. El técnico marista se enfadaba con el arbitraje y la diferencia, con nuevas pérdidas en el juego ofensivo local, se iba hasta el 2-6, tras un tiempo muerto de Cadenas.

Reaccionó el Ademar y lo hizo con una defensa más agresiva y adelantada que maniató el juego teutón. Sin embargo, seguía lastrando la remontada el mal juego posicional y la distancia se volvía a ir al 5-8, en el ecuador del primer tiempo.

Al paso por el minuto 20, el choque cambió de dirección. Slavic paraba y David empataba el duelo, 9-9. A ello se sumó la doble exclusión que sufrió el Magdeburgo para que Martínez y una rosca de Jaime colocasen el 12-10 que hacía vibrar al Palacio y pedir tiempo muerto a Wiegert.

La inspiración de Dino Slavic también servía para que esa renta llegara hasta el descanso con el 14-12 que permitía al Ademar irse al vestuario con ventaja.

Con el inicio de la segunda parte volvían los errores en el ataque leonés. Hasta cinco fallos consecutivos permitían a Magdeburgo reengancharse (14-15) e incluso dar la vuelta a la contienda.

Ambos conjuntos parecían contagiarse y sumaban errores no forzados que inalteraban el marcador. El partido se mantenía muy igualado. Cadenas no quiso permitir lo que estaba viendo y volvía a detener el crono para abroncar a los suyos con el 16-18 en el tanteador.

La enésima pérdida en el ataque marista terminaba por desesperar a la grada y los alemanes se aprovechaban de ello para restablecer la máxima diferencia de todo el partido, los cuatro goles, con el 16-20.

El técnico leonés seguía sin verlo claro y apuraba todos sus tiempos muertos con 17-21 en el marcador, al paso por el minuto 43, y daba entrada en la portería a Patotsky para intentar parar el ataque de Magdeburgo.

Quiso tirar del carro David Fernández, pero la remontada cada vez se ponía más cuesta arriba. Un tanto al contragolpe de Mertens dejaba la renta en +5 para los alemanes, al establecer el 20-25.

Aunque nunca se puede dar por muerto al Abanca Ademar, que peleó hasta el final por un milagro. David y Jaime Fernández comandaron la reacción local que llegó a ponerse a solo dos tantos, con el 25-27, para hacer al Palacio volver a creer con cinco minutos por jugarse. Pero la exclusión de Lucin volvía a reducir las pulsaciones para que Magdeburgo recuperara el terreno perdido (25-29).

No se pudo luchar más. Los leoneses terminaron cayendo por 27-31 ante un Magdeburgo que demostró estar un nivel por encima del equipo marista.