El Abanca Ademar sólo puede competir 20 minutos

Lo previsible era perder. Y, si Gonzalo Pérez de Vargas está de dulce, lo que parece muy complicado se convierte en imposible. El Abanca Ademar compitió durante un tercio de partido al Barça y cayó de forma holgada (42-25) en el Palau Blaugrana.

El Abanca Ademar sabía que se iba a enfrentar a un reto casi imposible, a una quimera. Pero el club marista, que de retos de gran altura sabe bastante, quería intentar dar la sorpresa. La única obligación era competir.

Salió fuerte el Barça con un parcial 3-0, intimidando al Abanca Ademar con la potencia y la superioridad de la primera línea blaugrana. Pero los maristas no se rindieron ni se dejaron amilanar y, con un parcial 0-2 y un Wasiak atrevido, pero poco atinado, lograron meterse en partido.

Y a él se agarró el equipo de Dani Gordo. El Barça planteó un ritmo loco, frenético, de partido para tratar de hacer que el Abanca Ademar descarrilase. Pero los leoneses aguantaron esa velocidad, esa intensidad para no dejarse ir. En el minuto 13, y con un Lindqvist entonado en el lanzamiento, los maristas no dejaban a los locales irse en el marcador (9-8).

La exclusión del sueco no fue sinónimo de que el Abanca Ademar cediera terreno. Aguantaron los leoneses, aumentando la intensidad y agresividad de su defensa para ponerle las cosas todo lo complicado posible al Barça. Y, en ataque, fueron Marawan y Rodri Pérez quienes tomaron la responsabilidad para seguir manteniendo vivo el sueño.

Pero las ilusiones se resquebrajaron en el tramo final de la primera mitad. El ataque marista se atascó y estuvo durante ocho minutos sin ver portería, algo que el Barça, que mantuvo su regularidad anotadora, no dejó de aprovechar: los blaugranas se fueron al descanso con siete goles de renta (20-13).

El descanso no sentó nada mal a un Abanca Ademar que, con el propósito de competir todo lo posible un partido que ya se había puesto muy cuesta arriba, comenzó recortando diferencias en el marcador y redujo la desventaja a cinco goles (22-17) tras cinco minutos de juego.

Pero fue, tan solo, un espejismo. Porque el Barça, viendo que el Ademar no descartaba rebelarse ante la victoria azulgrana, pisó de nuevo el acelerador para poner la máxima ventaja del partido con un parcial 7-2 (29-19).

Ahora sí, el Abanca Ademar jugó a minimizar daños. Con una defensa con avanzado - donde actuaba el joven Sergio Sánchez - intentó difcultar la labor anotadora a un Barça que había puesto la directa a ganar y a hacerlo con una diferencia importante.

La diferencia se hizo más grande aún cuando Pérez de Vargas, que no entiende de partidos decididos ni de bajar el pistón, siguió mostrándose como un muro en portería, frustrando los intentos ademaristas de hacer que la brecha no sangrase tanto.

El trámite del Palau donde, con casi total probabilidad caerán todos los equipos de esta Liga Asobal, se saldó con una diferencia exacerbada en contra del Abanca Ademar (42-25) y la mente ya puesta en el sábado y el duelo en el Palacio ante Nava (19:30 horas).

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