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Son chavales, en el buen sentido de la palabra. Muchos apenas llegan a los 20 años y son pocos los que nacieron en el siglo pasado. Pero este Abanca Ademar ha demostrado este sábado ser, pese a su juventud, un equipo maduro.
El equipo leonés venció a Nava (34-27) en un choque donde los segovianos buscaron remontar y apretar el marcador. Esto podía haber hecho temblar a un equipo de tan corta que, sin embargo, mostró poso, personalidad y se apoyó en un gran Álvaro Pérez para aguantar y culminar un triunfo de muchos quilates.
Abanca Ademar
Saeid; Carlos Álvarez (10), Wasiak (1), Lindqvist (3), Alberto Martín (2), Marawan (6), Darío Sanz (7) – siete inicial – Álvaro Pérez, Miñambres, Adri Fernández (1), Rodri Pérez (3), Rozada, Sergio Sánchez, Zapico, Edu Fernández (1), Benites
34
-
27
Viveros Herol Nava
De Vega; Dani Pérez (2), Nevado (5), Méndez (3), I, Guardiola (2), Herranz (3), Robledo (5) – siete inicial – Lamariano, Otero, Ahumada, Carró (1), Tioumentsev, Nolasco (3), G.
Parciales 2-1, 4-3, 7-5, 10-8, 12-10, 15-11 (descanso), 17-14, 19-16, 23-22, 25-24, 28-26, 34-27 (final)
Árbitros Hoz Fernández y Riloba Pereda. Excluyeron a Benites por parte del Abanca Ademar y a Bonanno, Carró, Jiménez, Herranz (2) y a Tioumentsev por parte del Viveros Herol Nava. Descalificaron con tarjeta roja a G. Guardiola, de Viveros Herol Nava (min. 23).
Incidencias Palacio de los Deportes de León. Jornada 9 de Liga Asobal. 3.046 espectadores.
En el regreso al Palacio del Abanca Ademar, en lo que era un ensayo general para el vital partido del martes - sin restar un ápice de trascendencia al duelo ante los segovianos -, el conjunto de Dani Gordo mostró, de inicio, una gran actitud defensiva.
Los leoneses defendieron a gran nivel, pero se encontraron con dificultades en el ataque posicional ante un Nava duro e intenso. No hubo mejor argumento para defender esta tesis que la exclusión en el primer minuto de juego del visitante Bonanno.
La intensidad y la agresividad era un factor común en ambos equipos, que se vigilaban, que se sabían parejos. Así, en los primeros minutos se vio un marcador estrecho, con el Abanca Ademar, habitualemnte, por deante, pero donde el equilibrio era evidente.
Fue en el ecuador de la primera mitad cuando se rompió esa igualdad: Carlos Álvarez culminaba un contragolpe para poner el 7-5 y el Abanca Ademar empezaba a abrir hueco.
Con Nava sumido en un mal momento en ataque, errando muchos lanzamientos y topándose con un Saeid que iba ganando protagonismo, el Abanca Ademar no fue capaz de romper el choque.
El momento clave llegó en el tramo final de la primera mitad, con la descalificación de Gedeón Guardiola por una dura falta sobre Marawan y una gran dinámica defensiva de los leoneses.
La intervención de meta vallisoletano fue clave, con paradas fundamentales que evitaron la remontada segoviana. Estuvo por encima del 50% en acierto.
Quizá no fue el día en el que el gallego mostró un mayor porcentaje de acierto en el lanzamiento, pero volvió a demostrar su personalidad para jugarse balones complicados.
El egipcio es, aún, un jugador irregular, pero cuando saca su mejor versión es un gran recurso para 'bombardear' desde nueve metros.
Con Saeid sobresaliente, por encima del 40% de acierto en paradas, Nava estuvo más de seis minutos sin marcar y los leoneses lograron cuatro goles de diferencia (14-10) que ponían ya la base del triunfo ademarista.
Un gol de Darío Sanz a escasos segundos de llegar al descanso dejaría en 15-11 el marcador con el que los ademaristas afrontarían la segunda mitad.
Los segovianos trataron de recortar diferencias en la reanudación, con una salida intensa y más atrevida para buscar generar dudas en un Abanca Ademar que, pese a su juventud, estaba sacando una versión de mucho poso y seguridad en lo que estaba haciendo.
Con un tramo de partido de mayor intercambio de goles, donde Carlos Álvarez mostraba su facultad de sorprender también por zonas interiores, el conjunto marista consiguió mantener esa buena ventaja que llevaba en el marcador.
A todo ello se unía que, cuando Nava tenía la opción de acercarse notablemente en el marcador, aparecía un gigante Saeid para evitarlo. En el minuto 40, los segovianos podían ponerse a dos (19-16), pero el iraní apareció para que no fuera así.
El choque pasó a ser un intercambio de golpes en el que nadie podía fallar: unos, para no dar vida a Nava; los otros para no dejar el encuentro prácticamente sentenciado en su contra.
Lo que sucedió fue lo primero: Nava se ponía a un gol de Ademar (23-22) en el ecuador de la segunda mitad. Dani Gordo cambió, incluso, en la portería, dando la alternativa a Álvaro Pérez, para evitar que el encuentro se complicara aún más.
Ese momento crítico volvió a despertar a los maristas, que dieron un paso adelante en defensa y, con Carlos Álvarez como lateral, con un parcial 2-0 para volver a tener tres goles de renta. Aun así, no eran minutos de gran finura de los leoneses y Nava devolvió el parcial, obligando a Dani Gordo a parar el partido.
El encuentro pasó a ser un acordeón, en el que los maristas estiraban la renta hasta los tres goles y Nava la estrechaba hasta sólo un tanto de ventaja. La victoria marista pendía de un hilo, de un error o de una mala decisión que la pudiera condicionar. Pero ahí apareció Álvaro Pérez para detener un lanzamiento de Tioumentsev que podía haber empatado el choque.
Las intervenciones ed ÁLvaro Pérez en el tramo final del choque fueron clave para instalar la tranquilidad en el Palacio. Las paradas del meta y la culminación de los contragolpes por parte de los extremos dispararon la ventaja en estos minutos.
El Abanca Ademar volvió a su Palacio, volvió a ganar y ahora sí, ya piensa sólo en esa 'final' europea del martes ante el Kriens (20:45 horas) con las pilas anímicas cargadas a tope.
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