El Abanca Ademar naufraga en el derbi

Nada funcionó en Huerta del Rey. Ni la defensa, ni el ataque e, incluso, las decisiones arbitrales. El Abanca Ademar cayó con claridad en el derbi ante Atlético Valladolid en un choque donde los leoneses se desinflaron en la segunda mitad.

Un derbi no es un partido más y tanto vallisoletanos como leoneses impusieron un ritmo muy alto a los primeros minutos de partido donde el Atlético Valladolid llevaba la delantera en el marcador.

Las defensas estaban totalmente superadas ante la celeridad de los ataques. No había momento para la pausa en unos compases frenéticos de partido donde los porteros eran los únicos capaces de evitar una sangría de goles en una y otra portería.

Poco a poco, los maristas iban encontrando su nivel defensivo. Los de Dani Gordo iban defendiendo mejor, con más dureza y agresividad, a la par que evitaban que Valladolid se escapara: el partido estaba bajo unos cauces de control.

Y fueron a más. Con Rodri Pérez llevando el mando del partido, el Abanca Ademar trató de bajar las revoluciones al encuentro, buscando ataques más reposados. Lo cierto es que la sensación era de que los leoneses estaban en progresión.

Y, en una inferioridad, lograron ponerse por delante. Eran momentos difíciles para los maristas, pero sacaron su orgullo para dar la vuelta al marcador y, en el minuto 17, con Alberto Martín sentado en el banquillo por exclusión, lograr esa primera ventaja.

Los de Dani Gordo fueron a más en unos compases donde la defensa mejoró notablemente, se producían contragolpes y la primera línea logró conectar con Benites en el pivote. Fueron factores que explicaron que la ventaja ademarista se fuera a los dos goles en el tramo final de la primera mitad.

Valladolid se agarró al partido. O, más bien, Juan Bar mantuvo en partido a los pucelanos, que se sostuvieron gracias a unos grandes minutos de su portero en, quizá, los mejores minutos del Abanca Ademar.

Un último gol antes del descanso dejó a Valladolid a tan sólo un gol (15-16) del Abanca Ademar para iniciar la segunda mitad con equilibrio en el marcador, pero un equipo marista que parecía estar yendo en progresión.

En el inicio de la segunda mitad, Dani Gordo dio entrada a Álvaro Pérez para cubrir mejor una portería en la que Saeid no estaba teniendo mucho acierto. En esos primeros minutos, con Valladolid yendo a más, la pareja arbitral descalificó a Benites por un empujónen el aire a un rival.

En este escenario, Valladolid empató. Partido nuevo con 25 minutos por delante y Dani Gordo sin poder contar con el recurso de Benites. El intercambio de goles marcó los minutos siguientes en busca de un dominador para un choque caracterizado, siempre, por la igualdad. En uno de esos intercambios, Ademar falló y Valladolid volvió a ponerse por delante (22-21) en el minuto 40.

La tendencia había cambiado, con un Atlético Valladolid al alza y que logró su máxima ventaja (24-22), lo que obligó a Dani Gordo a pedir tiempo muerto para que el derbi no se le escapara.

Todo se puso en contra del Abanca Ademar, que vio como los árbitros descalificaron, de manera mucho más rigurosa, a Lindqvist en el minuto 46 a la par que la brecha en el marcador comenzaba a ser preocupante (27-23).

La defensa volvió a verse superada y el ataque marista, ahora, impotente. Era una tormenta perfecta en contra de los de Dani Gordo, que veían como el partido se les escapaba de las manos. Solo una heroicidad parecía poder meter de nuevo en partido a los leoneses.

Pelearon los maristas. Por orgullo y corazón, impidiendo que la diferencia fuese a más y estabilizándola en los cuatro goles. Ataques rápidos (y, ahora, acertados) y una defensa avanzado fueron el riesgo que tomó el conjunto leonés para intentar sacar algo positivo de Huerta del Rey.

Pero no fue posible. El Abanca Ademar naufragó en su visita a Valladolid, lastrado por una defensa que estuvo lejos de ser sólida y que no permitió a los leoneses sellar su clasificación para la Copa de España.

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