El Abanca Ademar sufre el 'martilleo' de Dutra y tendrá que remontar en León

Dos tendencias opuestas - con muchas aristas - se dieron cita en el Palacio de los Deportes de Logroño, al que el Abanca Ademar llegó con dos victorias seguidas y los riojanos con dos derrotas, una ante el Barça.

Pero esto era otro partido, otra competición y otro contexto donde los de Miguel Ángel Velasco quisieron poner ritmo e intensidad desde el inicio. Logroño mandó en el choque desde su comienzo con muchísima electricidad. Ataques trepidantes, defensas superadas y casi un 100% de efectividad marcaron estos compases.

Los riojanos lograron una primera renta de dos goles que pudo igualar Abanca Ademar para aceptar el desafío lanzado por los locales. En esta vorágine de ritmo alocado se metieron los de Cadenas, un escenario que habitualmente no les va bien, pero que en esta ocasión comenzó a no ir bien.

Los de Cadenas no lograban aprovechar las continuas exclusiones de Logroño, estadística que se disparó ante la escasa permisividad defensiva de la pareja arbitral portuguesa. Los riojanos encontraban con facilidad el marco de Panos, sustituido en el ecuador de la primera mitad por Bomastar, situación que no se daba en el área local, donde Markelau comenzó a parar balones clave.

La diferencia empezó a crecer a favor de Logroño. El Abanca Ademar intentó elevar la intensidad defensiva, pero la fluidez de la primera línea de los franjivino era capaz de derribar esta propuesta leonesa. Agustín Casado y Leo Dutra, especialmente, estaban siendo un constante puñal y un arma imparable para los maristas.

La renta se estableció en los tres goles a favor de Logroño, que logró dispararla a los cinco en el tramo final de una primera mitad donde el Abanca Ademar se vio desbordado por el torrente ofensivo de un equipo riojano que elevó su tanteador a 20 goles... y con Virbauskas cojeando, dificultando la misión de los leoneses aún más (20-15).

La reanudación fue mucho mejor en el conjunto ademarista. El paso adelante en defensa fue notable, aunque la participación de la portería todavía debía ser superior. Los maristas le fueron comiendo parte de la ventaja a Logroño, colocándose a dos goles en el primer parcial de cinco minutos (22-20).

La tendencia marista invitaba a soñar en el cuadro dirigido por Manolo Cadenas. Las dudas llegaron al conjunto logroñés, con una defensa leonesa, ahora sí, mucho más agresiva y que se había adelantado levemente para dificultar esa circulación que tanto daño hizo en el primer periodo.

Los leoneses culminaron su remontada con un gol de Milosavljevic (22-22) pero, en ese momento, pareció 'despertar' de nuevo Logroño con un parcial 2-0 que volvió a dar algo de aire a los de Velasco. Virbauskas estaba siendo el líder en ataque del conjunto marista, con Liapis muy activo y acertado desde seis metros y, en defensa, el gran cambio lo produjo Casqueiro, más atento a esa dupla Casado-Dutra con mucha actividad de piernas, además de un Panos más relevante bajo palos.

El partido entró en una fase de total igualdad y de intercambio de goles que no era perjudicial para un Abanca Ademar que se había visto a cinco tantos de los riojanos al descanso. Pero los de Cadenas querían irse a León con ventaja y lucharon por ese colchón y dar ese paso adelante en la eliminatoria.

Tanto fue así que hasta los palos se aliaron con los leoneses para, en una doble inferioridad, resistir con un parcial 1-0 para los riojanos. Pero lo cierto es que el empate parecía un muro infranqueable para el Abanca Ademar que, en el momento en el que tenía la ocasión de ponerse por delante en el marcador, se estrellaba contra Markelau o la zaga local.

Dos errores consecutivos en ataque de los maristas condenaron a los de Cadenas a pelear por maquillar lo posible el resultado. Logroño logró una renta de tres goles a falta de cinco minutos, con Leo Dutra, de nuevo, como 'antihéroe' del Abanca Ademar, siendo el protagonista de las exitosas acciones ofensivas locales.

Fue así como el Abanca Ademar pasó de la opción de llegar por delante a la vuelta en León a tener que hacer un llamamiento a la épica. Los riojanos crecieron en el tramo final y elevaron su renta hasta los cuatro goles (34-30), que ponen cuesta arriba la presencia ademarista en la fase de grupos de la EHF European League. Pero que nadie olvide que el Abanca Ademar nunca se rinde y que su carácter está fuera de toda duda. El martes que viene (20:45 horas), los de Cadenas quieren citarse de nuevo con la épica.