Sigue siendo su gran debe, el de todo la temporada. Y no mejora, pese al espejismo del duelo ante Bidasoa. El Abanca Ademar ha caído ante Incarlopsa Cuenca en tierras castellano-manchegas (34-30) en un choque donde la defensa leonesa volvió a sufrir y, ... unido a determinadas imprecisiones ofensivas, le privaron de ganar en El Sargal pese a sacar, un día más, todo su coraje.
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Incarlopsa Cuenca
Grbavac; Arnau Fernández (4), Bulzamani, Pozzer (6), Ponciano (9), Simonet (6), Moya (3) – siete inicial – Ibáñez, Mach, Doldán, Hugo López, Prantner, Pizarro (4), Nazaré (2)
34
-
30
Abanca Ademar
Bomastar; Jaime Fernández (5), Boskos (4), Milosavljevic (3), Santista, Virbauskas (6), Gonzalo (6) – siete inicial – Panos, Casqueiro (4), Darío Sanz, Lodos, Liapis (2), Soljic
Parciales 4-4, 8-7, 12-9, 14-12, 16-14, 19-17 (descanso), 20-19, 24-20, 25-22, 27-25, 31-26, 34-30 (final)
Árbitros Bustamante López y Álvarez Mata. Excluyeron a Bulzamini, Doldán (2) y a Simonet (2) por parte de Incarlopsa Cuenca y a Gonzalo, Santista, Boskos y a Milosavljevic por parte del Abanca Ademar. Descalificado por roja directa Bulzamini, de Incarlopsa Cuenca y Santista, del Abanca Ademar.
Incidencias Pabellón de El Sargal. 7ª jornada de la Liga Sacyr Asobal
Una pista siempre complicada esperaba a un Abanca Ademar con la baja de última hora de su 'héroe' en el último partido, Semedo algo que, evidentemente, pasó factura al cuadro leonés.
Desde el inicio del choque, Cuenca, con el enorme potencial de su primera línea, castigó a los maristas con una lluvia de lanzamientos ante una defensa demasiado hundida que no llegaba a tapar dichas acciones.
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Dani González
El intercambio de goles disparó el marcador, que llegó a un cuantioso 8-7 en el minuto 10 de juego. Ambos conjuntos debían cerrar sus defensas, ausentes en los primeros minutos de juego y donde sólo durante unos instantes encontró cierta regularidad en el cuadro de Cadenas. Los leoneses estuvieron por delante un instante tras un parcial 0-3 que fue nada más que un oasis en esta primera mitad.
Cuenca mandaba en el partido y en el marcador de forma habitual, cambiando su defensa a un 5-1 que complicaba más la circulación de la primera línea leonesa, que tuvo que recurrir a Jaime Fernández para dar más electricidad al movimiento de balón para ello.
Pero el marcador seguía engordando, cierto que no al mismo ritmo que antes, y Abanca Ademar seguía mostrando mucha vitalidad en ataque, pero una enorme debilidad en defensa, especialmente en el centro de la misma, donde un enorme butrón impedía que los buenos números ofensivos sirvieran para estar por delante.
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Cuenca llegó a ponerse cuatro arriba (14-10), momento en el que entró Panos en la portería leonesa y en el que reaccionaron las tropas ademaristas para igualar el choque a minutos de llegar al descanso (16-16) aunque un arreón final de los conquenses les permitió mantener la ventaja al final del primer acto (19-17).
La segunda mitad comenzó con unos grandes minutos de Panos que permitieron solapar errores en ataque para que los maristas siguieran en partido. Pero esas pérdidas siguieron percutiendo al conjunto marista, que volvía a alejarse poco a poco de Cuenca.
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La primera línea manchega encontró de nuevo acierto con potencia desde nueve metros y, con una defensa más adelantada, volvieron a recuperar su máxima ventaja del partido, cuatro goles (24-20).
Eran momentos críticos para un Abanca Ademar que estaba caminando sobre un alambre ya que una renta de cinco goles para Cuenca podía ser definitiva. Pero los maristas aguantaron en ese margen durante unos minutos, esperando su momento para comenzar a crecer.
La tensión empezó a crecer en el encuentro, con un descalificado por roja directa en cada equipo por acciones defensivas de excesiva dureza y con un nuevo cambio en la portería leonesa, Bomastar, que buscaba otra actuación triunfal como ante Bidasoa.
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El marcador hizo la 'goma' entre los cuatro y los dos goles de desventaja para los ademaristas, con cambio de portero también en el conjunto local - entró Ibáñez -, a la par que el tiempo se acababa para la remontada leonesa.
Llegaron los nervios, la precipitación y las ganas de hacer muchas cosas en poco tiempo. Y con ello, los errores que dieron el golpe definitivo a los maristas, que acabarían derrotados en Cuenca, pese a intentarlo hasta el final. El marcador (34-30) vuelve a mostrar la debilidad defensiva del conjunto leonés, que sigue teniendo ahí su gran debe, el que le ha privado de un mejor botín en El Sargal.
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