El Abanca Ademar da un golpe sobre la mesa

Victoria de mucho prestigio del Abanca Ademar. El equipo de Dani Gordo mostró su mejor cara en Artaleku y derrotó al Bidasoa con un contundente 22-27. El conjunto ademarista corta así su mala racha de dos derrotas seguidas y espolea a la afición para que pueda soñar con que este equipo les vuelva a dar muchas alegrías.

Sorprendió el Abanca Ademar con su salida al pabellón de Irún. A diferencia de los últimos partidos, concedió muy poco en defensa pese a las bajas y no fue hasta pasados dos minutos cuando concedió el primer gol, tras sufrir un contraataque.

A pesar de que en los primeros minutos el equipo de Dani Gordo tampoco conseguía anotar, los visitantes ofrecieron un aluvión de goles que le colocaron seis goles por encima de los irundarras con un parcial de 1-7. Los locales se recompusieron y rápidamente se acercaron en el marcador.

Llegados al minuto 17, el Bidasoa se colocó a un solo tanto del Ademar y Dani Gordo pidió un tiempo muerto, que no evitó el empate poco después. El equipo marista se recompuso y volvió a anotar con frecuencia, pero no conseguía despegarse del todo del marcador.

En el último suspiro de la primera parte, Álex Lodos marcaba para dejar el Ademar con dos goles de renta en el descanso. Tras la reanudación, los postes evitaban los tantos del equipo guipuzcoano y los leoneses se pusieron a tres goles.

Fue entonces cuando los maristas sufrieron un tramo de siete minutos sin anotar que desembocó en la pérdida del dominio del electrónico. Ni siquiera con la exclusión de Furundarena el equipo fue capaz de anotar. Pero ya lo lleva demostrando tiempo. El Ademar es muy duro mentalmente y consiguió darle la vuelta a la situación.

Basados en una férrea defensa, los de Dani Gordo estuvieron ocho minutos sin encajar y consiguieron ponerse con tres goles de renta. Esa renta fue ampliada hasta llegar con un marcador de 18-24 a cinco minutos del final que sentenció el choque. Y es que fueron 14 minutos en los que el Ademar solo encajó un gol.

El tramo final fue más plácido de lo que se podía esperar para ganar en Artaleku y el cuadro marista se llevó la victoria por cinco goles de ventaja. Los de Dani Gordo mejoraron mucho en defensa y fue la gran clave del cambio de rendimiento con respecto a los últimos partidos.

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