El Abanca Ademar se estrella contra el muro de Nava

El Abanca Ademar perdió fuera de casa por primera vez en lo que va de año. Los de Dani Gordo, tras un primer tramo en el que llegaron a ir siete arriba que invitaba a pensar en positivo, se encontraron con un auténtico muro navero que desactivó los ataques maristas hasta conseguir la remontada (32-27).

Con polémica final y un encuentro de máxima intensidad comandado por la defensa de los hermanos Guardiola, el cuadro ademarista no consiguió aprovechar la opción de empatar en la clasificación con la cuarta plaza de Torrelavega.

La grave lesión de Álex Lodos, sumada a las molestias de Oscar Lindqvist, dejaron a Marwan como única opción en plenas condiciones físicas para el lateral zurdo. Con Rodrigo Pérez al mando de las operaciones y Wasiak completando la primera línea, el Abanca Ademar empezó jugando como sabe.

Saeid Barkhordari apareció ya en el primer minuto y, posteriormente, la exclusión de Gonzalo Carró se saldó con la primera ventaja ademarista en el marcador. Sergio Sánchez fue la principal sorpresa entre los titulares en detrimento de Darío Sanz, y no tardó en devolverle la confianza a Dani Gordo sumando tres goles a su casillero para adelantar a los visitantes (2-4). Al contragolpe, como se podía esperar, el cuadro marista estaba haciendo mucho daño.

Nava, muy duro defensivamente, sufrió la descalificación de Nico Bonano tras una acción sobre Carlos Álvarez. La superioridad marista fue aprovechada y, a través de la figura de Saeid, que sumó cinco paradas en tan solo siete llegadas locales, el Abanca Ademar firmó un parcial 0-5 para irse en el marcador (2-7).

Tras el primer tiempo muerto de Senovilla, el cuadro segoviano vació su portería para atacar en superioridad y eso les sirvió para aumentar su marcador individual, aunque constantemente replicaban los leoneses aprovechando la portería vacía (7-13).

Sergio Sánchez se convirtió en un auténtico puñal al contragolpe, haciendo daño una y otra vez sobre la portería de Mateus Buda. Los siete goles en su casillero particular eran el argumento perfecto para respaldar su gran participación en Nava.

Los segovianos cambiaron su estrategia y se centraron en cerrar su defensa, complicando el posicional ademarista y acercándose en el marcador (14-16), lo que obligó a Dani Gordo a parar el partido. La buena noticia para los leoneses era la aparición de Lindqvist en el lateral zurdo a pesar de sus molestias físicas. En busca de agilizar sus ataques, el técnico visitante dejó a Adrián Fernández al mando de las operaciones.

A pesar de ello, la insistencia navera tuvo sus frutos y los locales, respaldados por un pabellón muy metido en el encuentro y espoleados ofensivamente por los tantos de Pancho Ahumada, cerraron un parcial 5-0 para poner el empate (16-16). Claramente de más a menos en la primera mitad, el Abanca Ademar no logró irse al descanso por delante y debía volver a acelerar para no irse del encuentro.

De nuevo con Rodrigo Pérez en la dirección de juego y, ahora sí, con Darío Sanz ya en el extremo zurdo a pesar de la buena participación de Sergio Sánchez en el primer acto, el conjunto de Dani Gordo volvió a sacar a relucir su versión del inicio del partido y se puso por delante (17-19).

Rodrigo Pérez consiguió encontrar las costuras de la zaga local desde el lanzamiento exterior para sumar dos goles importantes. Ambos equipos se quedarían con un jugador menos tras las exclusiones de Pablo Herranz y Wasiak. Esta situación la aprovecharon los naveros para poner el empate, aunque no tardó en replicar Edu Fernández (20-21).

Tras una primera mitad con aparición importante de ambos porteros, los ataques pasaron a imponerse a las defensas durante el segundo acto, un escenario que no favorecía al Abanca Ademar. De hecho, los locales aprovecharon este contexto para adelantarse por primera vez en el encuentro (23-22).

Y, desde ese momento, la contundente defensa de los locales, sobre todo en la zona central con los hermanos Guardiola, pasó a complicar los ataques del Abanca Ademar, que de nuevo se vieron obligados a parar el partido para ajustar de cara a los últimos minutos (25-23). A pesar de ser el equipo más goleado de la categoría, Nava consiguió encontrar la fórmula para frenar las embestidas leonesas hasta conseguir su máxima renta en el partido a falta de diez minutos (28-24). Era un auténtico muro contra el que se estrellaban los de Dani Gordo una y otra vez.

Los minutos siguieron pasando y, a falta de cuatro minutos, la renta seguía siendo de cuatro goles a favor de los locales, agotando así las opciones maristas (30-26). Dani Gordo volvió a parar el choque en lo que fue un nuevo intento en vano por asediar la meta de Mateus Buda.

Lejos de cualquier atisbo de remontada, el éxtasis del cuadro local junto a su afición se mantuvo hasta el final del encuentro, propiciando la primera derrota del Abanca Ademar lejos del Palacio en lo que va de año (32-27). Incluso, el exceso de tensión propició una polémica final tras la celebración de Dani Pérez sobre la bocina en la cara de Saeid Barkhordari que no gustó ni mucho menos a los jugadores visitantes. En lo puramente deportivo, la intensidad navera superó a la pizarra marista, complicando así al equipo leonés en la lucha europea.