El Abanca Ademar cae en la trampa de Benidorm

Ir a visitar al colista puede parecer un trámite, pero el Abanca Ademar comprobó en sus propias carnes que no hay nada más lejos de la realidad. El conjunto leonés empató ante Benidorm (28-28) en un choque siempre parejo donde los alicantinos pusieron así fin a una racha de siete derrotas consecutivas ante el cuadro ademarista.

El conjunto ademarista no saltó bien a la cancha de l'Illa de Benidorm y les costó un parcial en contra de 3-0. Con un ataque muy atascado, incapaz de superar a la buena defensa local y a un meta benidormense, Witkowski, a buen nivel, los leoneses sufrieron.

El Abanca Ademar tardó casi cinco minutos en abrir el marcador en un tramo inicial de partido realmente malo de los de Dani Gordo, que tuvo que pedir tiempo muerto en el minuto 6 con un 4-1 en contra y una sensación fatal en su equipo.

Poco a poco, los ademaristas fueron encontrando su ritmo en el posicional, Adri Fernández conseguía dar más fluidez a las jugadores leonesas y los goles llegaban. El partido comenzó a apretarse y, con la aportación de Álvaro Pérez en portería, a buen nivel, el equipo leonés remontó.

En el ecuador de la primera mitad, con el Abanca Ademar en plena tendencia al alza, llegó el empate (6-6) en una doble inferioridad local y, por inercia, los de Dani Gordo dieron la vuelta al partido minutos después (7-8).

Fue Benidorm quien pidió tiempo muerto ante la clara progresión leonesa, donde Marawan y Edu Fernández tomaban la responsabilidad de anotar desde nueve metros en un partido con una participación ofensiva testimonial de los extremos leoneses.

El Abanca Ademar entró por delante en el tramo final de la primera mitad, donde llegó a alcanzar los dos goles de renta (8-10) pero Benidorm sacó orgullo y coraje para agarrarse al partido y no permitir a los maristas irse en el marcador. Así, se llegó al descanso con un encuentro muy parejo (13-14).

La segunda mitad comenzó con una tónica similar de intercambio de goles en ambos conjuntos. Dani Gordo dio entrada a Saeid en la meta leonesa y dio descanso a Marawan, que completó una primera mitad sobresaliente.

Las defensas se vieron totalmente superadas por los ataques en este inicio de la segunda parte, donde sólo acciones brillantes de Domenech o alguna intercepción marista frenaba el altísimo ritmo goleador de ambos equipos. La sensación reinante era que, quien fallase, lo pagaría caro.

El partido transcurría por estos mismos derroteros, por esa fina línea de los dos goles de ventaja para los maristas que daban vida a los locales. Los de Dani Gordo tuvieron en sus manos ponerse a tres de ventaja, una diferencia que comenzaba a ser importante, pero erraron ese ataque: el choque seguía en stand-by.

Esa frontera se rompió en el minuto 43 cuando Carlos Álvarez pudo culminar un contragolpe para dar una distancia aún mayor a los de Dani Gordo (20-23). El partido estaba, ahora sí, en un punto en el que el Abanca Ademar podía romperlo. De hecho, en la siguiente acción, Marawan erró su primer lanzamiento del partido que podía dar los cuato de renta a los leoneses.

Benidorm paró el partido. Carballeira, técnico local, sabía que era un momento clave, un instante en el que frenar la inercia ademarista. En el corto plazo, fue efectivo. Benidorm logró un parcial de 3-0 para empatar el partido (23-23).

Los nervios y la precipitación se trasladaron al lado ademarista de la cancha, que se encontró a un Benidorm sólido y confiado en defensa. El partido cambió por completo y los alicantinos se pusieron por delante en un momento de cortocircuito ofensivo de los leoneses.

El choque entró en una fase en la que cada ataque podía ser definitivo. Con tanta igualdad, con un marcador tan estrecho, un error podía ser falta y un acierto, definitivo. Con esa presión y esa responsabilidad, ambos equipos jugaron con enorme seriedad cada acción. Y ahí, Nacho Valles y Rodri Pérez fueron quienes se echaron a sus equipos a las espaldas.

A falta de cinco minutos para el final, llegó el error marista en un ataque que daba la opción de ponerse dos goles arriba a Benidorm. Salió entonces la mejor versión defensiva del Abanca Ademar para seguir en pie y mantenerse en partido. No solo eso, sino que en otra buena acción defensiva, Darío Sanz pudo 'volar' al contragolpe para cambiar la alternaitva en el marcador (27-28).

Un lanzamiento al palo de los locales abrió la puerta a los leoneses para cerrar el partido, pero Edu Fernández lanzó alto. Benidorm, a falta de 50 segundos, empataba de nuevo. En este estado de tensión, el Abanca Ademar vio con los árbitros le señalaban pasivo y la opción de ganar quedaba descartada: había que cerrar el empate. Saeid, con un parada a un lanzamiento rápido, apareció para que los maristas salieran de Benidorm con un punto más en su casillero (28-28).

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