El Abanca Ademar 'blinda' a sus aficionados con medidas estrictas de seguridad sanitaria

Horas antes del partido se procedió a la desinfección de todo el recinto; asientos, accesos y zonas comunes, pista, vestuarios, baños, y demás espacios interiores, para lo que se utilizaron pulverizadores con una solución desinfectante, de forma que todo estuviera listo para la entrada de los casi mil ademaristas que volvieron a llenar las gradas que permanecían vacías desde marzo.

Tal y como marcaban las medidas, los aficionados han entrado de forma individual, guardando la distancia de seguridad en la fila de espera. Con una identificación y el número de asiento asignado previamente, los aficionados del club ademarista han sido grabados en video, para poder identificar al ocupante de cada sitio. Una vez identificados, se ha procedido a tomar su temperatura así como a la desinfección de las manos con gel hidroalcóholico.

Siguiendo las instrucciones de los voluntarios, así como de la cartelería que se ha colocado para la ocasión, los ademaristas han llegado a su asiento designado previamente en la taquilla, el cual no era intercambiable. Así, separados por un asiento de distancia y sin quitarse la mascarilla, la afición ha vuelto a vibrar con el balonmano de un Abanca Ademar que vuelve a competir un partido liguero hasta seis meses después.

Un protocolo que si bien deja margen de mejora para los próximos partidos, ha demostrado que el ocio y el entretenimiento no deben de estar peleados con la salud en tiempos de pandemia. Y es que, tras muchos días de espera, los leoneses han vuelto a disfrutar del balonmano, y en sus manos está, que puedan seguir haciéndolo.