El Abanca Ademar acaricia la Copa Asobal tras una actuación coral

El Abanca Ademar arrancaba el partido metiendo la directa y estableciendo un parcial de 4-0 en los primeros compases, fruto de una buena defensa que permitía correr a los leoneses.

Pero no tardó en carburar Puente Genil. Los locales mantenían la ventaja, 6-3, gracias a dos tantos de Jaime Fernández, al paso por el minuto 8, aunque los cordobeses cada vez se mostraban más cómodos.

En el ecuador del primer periodo, Manolo Cadenas se veía obligado a detener el juego cuando los visitantes se acercaban hasta el 10-9. Juan Castro sacaba lo mejor de su balonmano para comandar un parcial abierto de 0-4 y en parar los pies al central leonés insistía el técnico de Valdevimbre.

Sin embargo, el propio Castro establecía en el minuto 22 el empate, 12-12, en un partido que se le empezaba a complicar al Ademar y donde la aportación de la portería estaba siendo escasa.

Mosic salía al rescate del cuadro marista, que sufría ante un correoso Puente Genil. El serbio daba aire, 16-14, y un gol al contragolpe de David Fernández restablecía la ventaja: 17-14. A ello se sumaba Rubén Marchán para devolver la máxima renta, aunque Javi García cerraba la primera parte con 18-15.

Tras el descanso, los andaluces salían apretando el acelerador y reducían su desventaja hasta la mínima expresión (18-17). La reacción leonesa tuvo que llegar desde el ataque posicional, moviendo bien el balón y consagrándose a las paradas de un Dino Slavic que encontraba la inspiración.

Parecía que no lograba distanciarse el Ademar (23-20, en el minuto 38), ante un Puente Genil que hacía 'la goma' con el estilete ofensivo de Juan Castro, que llevaba ya nueve goles.

En el minuto 40, amenazó el equipo de Cadenas con romper el choque. Desatascaban el duelo sus pupilos con un contragolpe de Carrillo y un tanto desde su propia pista de Juanjo Fernández, que colocaba e Iván Mosic se elevaba desde lejos para poner el 26-20 y obligar a Puente Genil a solicitar tiempo muerto para no irse del partido.

Se le escapaba el encuentro a los cordobeses. Los leoneses ponían la directa y la defensa ponía firmeza para que el ataque aprovechara la situación. La lesión de Juan Castro hizo bajar los brazos a los visitantes, que veían como el Ademar se escapaba, 30-22, de forma irremediable, en el minuto 47.

Cadenas ya veía el partido ganado y empezaba a hacer rotaciones con la vista puesta en Pamplona, donde el equipo se jugará su plaza de la Copa Asobal.

La distancia no hacía más que crecer, y a diez minutos para el final, el partido en el Palacio estaba sentenciado con el 32 a 22.

No quería despistes el técnico leonés, a pesar de lo amplio del marcador. Tras un parcial de 0-2 de los visitantes, pedía tiempo muerto y gritaba a los suyos «hasta el final».

Y así fue. El partido moría con el resultado de 35-27 y dos nuevos puntos iban al casillero marista.

Ahora, el billete a la Copa Asobal se saca en Pamplona, ante Anaitasuna, donde un empate sería suficiente para alcanzar un nuevo objetivo del equipo.