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«Una taberna con alma leonesa». Simple, claro y conciso. De esa manera se presenta el bar Barrio Húmedo de Madrid, ubicado enfrente del Parque del Retiro y que lleva León a una de las zonas más exclusivas de la capital española.
León es el eje sobre el que gira todo en este pequeño local de Madrid. Y no hay mejor forma de presentar a la ciudad leonesa y basar tu negocio en ella que hacerlo mediante la comida. Esa fue siempre la intención de Luis de Paz Dávila, un orgulloso leonés que desde pequeño mostró su estrecho lazo con la hostelería: «Yo estudié ingeniería y he trabajado muchos años de eso, pero de pequeño me encantaba hacer de anfitrión y de camarero para que a los invitados a casa no les faltase de nada».
Ya son cuatro los años que lleva al frente de esta taberna leonesa en la capital, más concretamente en Menéndez Pelayo. Y fue como un regalo de reyes: abrió el bar el 7 de enero de 2020, dos meses antes del confinamiento en España por la COVID-19. De ahí, la fecha, que desde entonces venda cada navidad cupones con el número 07120, que representa el día exacto de su apertura.
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El exacerbado orgullo que tiene por sus orígenes le incitaron a unir sus dos pasiones: León y la hostelería. «Tenía todo el sentido del mundo que abriese el bar en Madrid, que es donde vivo, y el nombre cayó rápido, como una manzana madura», explica Luis, que espicifica que también lo hizo en homenaje a su padre, fallecido en 2018. Sin juegos de palabras ni dobles sentidos: Barrio Húmedo. «Me hace gracia porque pasa mucha gente por delante del bar y les recuerda a León, es un nombre muy bonito incluso si no lo conoces, porque es provocador».
La apertura del bar no fue algo al azar. Madrid te obliga a buscar la perfección, a llevar tu mente al límite para no fallar y dar en el clavo a la primera. Trabajó con consultores y puso encima de la mesa un plan de negocio para buscar la financiación que le permitiese hacer su deseo realidad, a lo que se sumaron cuatro amigos suyos «que arriesgaron su dinero por mí». La calidad de sus productos es lo que más destaca de su taberna: todos de León y de los mejores proveedores leoneses. «Los meses previos estuve buscando muchos proveedores porque quería empezar con los mejores productos de cada alimento», reconoce.
Mientras se toma un café en la Plaza de San Marcelo, su efusividad y pasión por lo que hace trascienden los límites de la llamada telefónica. Antes de pensarlo ya te lo dice él: «Para mí Barrio Húmedo (el bar) es como un hijo, tienes muchas preocupaciones y problemas pero me hace muy feliz ver la sala llena de gente riendo y brindando, además de cuando se van y te dicen lo bueno que estaba todo y el buen trato recibido».
Morcilla, cecina, lengua, picadillo, oreja, carrillera, rabo, solimillo, legumbres, pimientos... todo procede de la provincia leonesa. «El que va a Barrio Húmedo conoce toda la cocina leonesa: desde morcillas y legumbres hasta, por supuesto, los maravillosos vinos y varias mieles de León», añade el gerente del negocio. Pero lo que más se consume es, sin duda, el embutido, que es la tapa que acompaña a las bebidas y que, por supuesto, no se cobra: «No damos tanta cantidad como se da en León porque aquí es una cultura diferente, en Madrid la gente se pide raciones y si das la misma cantidad en las tapas no te dan los costes», explica.
La cecina de vaca ocupa el primer puesto tanto en ventas como en lo que él recomienda a sus clientes, si bien es la ensaladilla de congrio, un invento suyo, lo que incrementa su orgullo sobremanera. «Aunque León no tiene mar es un pescado muy leonés porque lo comían los arrieros, tardaba en estropearse y por eso lo comían ellos», apunta Luis. También descata en su carta la tortilla de patatas con picadillo de León, además de un exquisito estofado de potro y la morcilla, presentada en forma de bola sobre una base de puré de patata y con un toque de remolacha (guiño a la industria a zucarera leonesa) por encima. Por si fuera poco la cantidad de productos de la provincia, desde hace unos meses concierta una cita mensual en la que sólo sirven cocido maragato y tienen lista de espera hasta el mes de abril: «Damos unos 35 ó 40 servicios de cocido maragato esos días y estamos llenos hasta abril».
Además de representar fielmente a León mediante la gastronomía, el Bar Barrio Húmedo acoge también importantes obras solidarias que le impulsan socialmente. Y es que en el bar se le ha dado la oportunidad de trabajar a varias personas con síndrome de down, aunque actualmente no cuentan con ningún trabajador con esa característica en plantilla. Además, sus paredes acogen diferentes exposiciones artísticas de las que Luis no saca ningún beneficio: «Si se vende alguna obra yo no gano nada, se lo lleva todo el artista», de forma que, a su vez, crea un riquísimo espacio cultural en el que además de degustar una de las mejores gastronomías mundiales se mezcla con la oportunidad de ver otros tipos de obras.
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