Sabor italiano, pasión universal

En la calle Villa Benavente se encuentra el restaurante Pagus Pasta & Grill, un local que abrió sus puertas en 2018 de la mano de Antón Shantyr y que ya se ha convertido en todo un referente cuando se habla de pasta en la ciudad de León.

«El primer dilema lo tenemos nada más empezar y es que de dónde proviene la pasta. Los italianos dicen que la pasta viene de su pueblo y los chinos dicen que empezaron a hacer pasta antes de Roma» explica Antón mientras amasa la mezcla creada con tres sencillos ingredientes: huevos, agua y harina. Con ellos elaboran recetas muy tradicionales.

Diferencia entre la pasta fresca, la que se elabora al día y a mano, y que se cocina durante dos minutos y la pasta seca: «es dar un toque de calor, por eso no queda tan al dente como la pasta seca. Sin embargo, una pasta seca como spaghetti, bucatini, rigatoni que suele tardar más en cocinarse y tiene un toque al dente, y vienen muy bien para ciertos tipos de salsas porque absorben muy bien las grasas».

Además, dependiendo de la región de Italia es más común una pasta que otra: «la pasta plana es más típica del Norte de Italia, así como las pastas rellenas. Si nos vamos al Sur, ahí es más típico de formas», asegura Antón.

El 25 de octubre de 1995 se celebró el primer Congreso Mundial de la Pasta en Roma y allí se decidió festejar esta efeméride para resaltar los beneficios nutricionales que aporta esta comida a las personas.

Y es que la pasta es una excelente fuente de energía ya que aporta un alto rendimiento energético y ayuda al rendimiento intelectual por su alto contenido en glucosa. Además, apenas contiene grasa, es rico en vitaminas, muy saciante y contiene bajas cantidades de sodio. Por todo esto es recomendable para atletas, deportistas y para personas con la presión arterial y el colesterol elevado.

Una vez preparada la pasta es el momento de elegir con qué tipo de salsa se va a acompañar. Carbonara, boloñesa, con pesto, a la puttanesca, con peperonata o simplemente con queso. Cualquier aderezo es perfecto para acompañar a esta receta.

«Para hacer una buena carbonara hay varios puntos que hay que destacar. Primero, no es bacon, se usa guanciale que es una carrillera ahumada en pimienta negra. No lleva nata. Tiene que ser spaghetti. Y es un plato que tarda en elaborarse», comenta Antón mientras prepara esta salsa que reconoce que parece simple pero que es realmente difícil que salga bien.

«La carbonara es una pasta difícil de preparar. Los italianos dicen 'si en un restaurante quieres saber cómo hacen la pasta, pídete una carbonara'», reconoce haciendo un símil con las croquetas en España.

Una pasión que ha traspasado las fronteras italianas y se ha convertido en una de los platos más universales que existen, y que en León tiene también su hueco.