Leyenda del Páramo, vinos con vida propia

Fueron siete personas las que en 2010 apoyaron el proyecto. Hoy son más de ciento veinte románticos que aportan lo que tenemos para contagiar a muchos más. Todos tienen claro el objetivo, «lograr que nuestros vinos, por excelentes, traspasen fronteras y eleven una variedad local, única en el mundo, a un lugar notable».

El compromiso por recuperar lo mejor de una uva legendaria, La Prieto Picudo, unido al trabajo de mucha gente, una labor dura, a veces ingrato, pero siempre imprescindible. Mujeres y hombres convirtiéndose cada día en humildes leyendas de vida.

Los viñedos se encuentran en un paisaje denominado «El Páramo», situado en el tramo norte de la cuenca del río Duero. Las tierras de la zona están destinadas fundamentalmente a la producción de uva de vinificación, cereales y hierbas aromáticas como la camomila.

Tradicionalmente, la zona que ocupan estos viñedos es conocida como Valdevimbre - Los Oteros, la cual se inscribe en la denominación de origen Tierra de León y en los Vinos de la Tierra de Castilla y León.

Lo normal es clasificar los vinos por blancos, rosados, tintos, etc. algo que resulta práctico, pero a ellos les gusta también agrupar a sus vinos por familias, familias con nombre y apellido.

Leyendas de Vida es una familia humilde y honesta compuesta por tres tintos, un rosado y un blanco que como quienes cedieron su nombre al caldo se harán a sí mismos a base trabajo, dedicación y paciencia. El Músico, El Médico y El Aprendiz, los tres dejaron huella entre las gentes del Páramo, fueron personas singulares, trabajadoras, cuidadosas y destacadas por su buen hacer, pero sobre todo fueron buenas personas. Gente realmente valiosa que alcanzó su propia leyenda personal. Leyendas de Vida, es nuestro tributo en forma de vino a las aspiraciones, el oficio, el trabajo y el compañerismo.

El Aprendiz es la última incorporación a la familia de los vinos tintos de Leyenda del Páramo. Se trata de un tinto 100% prieto picudo con una crianza de 6 meses en barrica de robles americano y francés de cuarto y quinto uso. Es un vino muy fácil de tomar, y que quiere parecerse a sus hermanos mayores, «El Médico» y «El Músico». Al igual que sus hermanos también es un vino muy exclusivo.

Por otro lado se encuentra la familia Flor de Páramo. La familia de aquí de toda la vida, con representación de todos; blanco, rosado y tinto. Los más queridos en casa y en el extranjero. Juventud y frescura son las señas de su identidad.

Para las gentes del Páramo leonés, la flor de los campos, la flor del páramo, es la uva, la prieto picudo. La bandera de esta bodega.