Zarandiel, los quesos de oveja que trasladan el sabor del Curueño

El Penicillium es un hongo que crece en la del queso y lo reviste de una corteza de aspecto blanco. Es precisamente esa cubierta la que le da un sabor y textura característico a este queso que se recomienda comer con la corteza incluida.

El queso de pasta blanda con corteza de Penicillium Candidum es el queso bandera de Zarandiel, es su innovación propia. Con una textura cremosa, pero sin llegar a ser un queso de untar, disponen de tres tipos: el de Rulo de oveja, el de Llágano, que es el de más cremosidad, y el Penicillium, algo menos cremoso que el anterior.

El Valle del Curueño sirve de pasto para sus ovejas, con un sistema basado en el pastoreo y en aprovechar los recursos locales controlando toda la cadena de una producción 100% natural en la que sólo emplean los ingredientes básicos para hacer queso: leche, sal, fermentos y cuajo. Sin recurrir a ningún tipo de aditivo, Zarandiel ha conseguido desarrollar un proceso único en su propia quesería para lograr productos y sabores exclusivos.

Una de las bases del éxito de Zarandiel es la calidad de la leche con la que fabrican sus quesos, un rebaño propio que pasta libremente en el valle.

En Zarandiel aprovechan todas las ventajas que les da el entorno para ofrecer uno de los quesos más sabrosos y naturales de la provincia leonesa. Las características del entorno se trasladan a sus quesos de oveja haciendo las delicias de los paladares más exigentes.