Organizar un menú semanal es una de las claves para una alimentación sana. LN

¿Cómo elaborar un menú saludable?

Una alimentación sana y variable ayuda a llevar una vida equilibrada y prevenir algunas enfermedades | Preparar un menú semanal acorde a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud no lleva mucho tiempo y es la base para una buena alimentación

I. S.

León

Lunes, 8 de noviembre 2021, 08:12

La organización y programación es básica en muchos aspectos de la vida, pero si hay uno en el que tiene que seguirse con cuidado es en la alimentación. La conocida pirámide alimenticia da una idea muy clara de cual debe ser la base de la ... alimentación, pero la falta de planificación y las prisas son sus peores enemigos.

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Desde la Organización Mundial de la Salud dan unas pautas para elaborar un menú semanal que no lleva mucho tiempo y es la base para una buena alimentación y una mejor salud. Un plan de comidas que pretende luchar con los alimentos hipercalóricos, las grasas, los azúcares y la sal que se consume en exceso en los últimos años.

La OMS también insiste en la necesidad de comer frutas, verduras y fibra dietética (como cereales) para que la alimentación sea equilibrada.

Pautas para la alimentación y la cocina

  1. 1

    Frutas y verduras

Al menos 400 gr o cinco porciones de fruta al día y dos de hortalizas a excepción de patatas.

  1. 2

    Azúcar

Menos del 5% de la ingesta calórica total de azúcares libres

  1. 3

    Grasas

Menos del 30% de la ingesta calórica diaria procedente de grasas, en caso de grasas saturadas debe ser menor al 10%

  1. 4

    Sal

Menos de 5 gramos (una cucharadita al día) y preferiblemente yodada.

Claves para elaborar el menú

Un mínimo de 3 raciones de frutas al día, preferiblemente enteras.

Dos raciones de verduras al día, repartidas en comida y cena.

Tres raciones de lácteos diarias.

Cuatro raciones de legumbres a la semana.

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Tres o cuatro raciones de pescado a la semana, variando entre pescado blanco y azul de pequeño y mediano tamaño.

Cereales preferiblemente integrales (pasta, arroz, pan, cereales de desayuno).

Cuatro huevos a la semana.

Ofrecer con mayor frecuencia carnes magras, dejando una vez a la semana carne roja.

Agua como bebida principal.

Aceite de oliva, si es posible virgen extra, para cocinar y aliñar los platos.

Consumo de frutos secos a diario.

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