Un duelo a jamón y cuchillo

El jamón es uno de los sabores más exquisitos de la gastronomía española, estrellas allá donde van, indispensables en cualquier evento de calidad, codiciado y admirado a partes iguales dentro y fuera.

Y su pareja ideal, expertos cortadores, los primeros espadas del oficio de cortar jamón que este domingo se han batido en duelo en la cuarta edición del Concurso Nacional de Cortadores de Jamón Agustín Risueño.

El escenario, la Casa de las Carnicerías donde ocho cortadores, entre ellos y por primera vez en el certamen una mujer, han demostrado su destreza estilo y creatividad a la hora de cortar un jamón.

Un oficio que exige cultura, buen cuchillo y buen producto pero sobre todo formación y experiencia. Entre sus manos, una pieza con selló leonés, en un certamen que nació con el objetivo de reivindicar la calidad del jamón blanco de León.

Por delante más de dos horas para presentar tres platos de maza, de babilla y de punta y uno especial, el creativo, así como el reto más difícil: conseguir los 100 gramos exactos, en un concurso en el que un experto jurado ha valorado la limpieza, el aprovechamiento de la pieza, los platos obtenidos, el grosor de la loncha y el emplatado.

Un concurso en el que se impuso el canario Aníbal Falcón Morales por delante del extremeño Antonio José Sánchez Periañez que se impuso la medalla de plata y logró el mejor plato creativo. El broce fue a parar al salmantino Alejandro Martín Mateos.

Un concurso con mucho sabor que ha atraído a numeroso público que han podido tomar buena nota y aprender con los mejores pero sobre todo degustar por tan sólo tres euros de uno de los manjares más exquisitos, el jamón irresistible en el mundo entero.

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• León, Capital Gastronómica 2018