La experiencia de saborear la provincia en los bocados de Restaurante Pablo
Degusta León con experiencias ·
Cecina de León, puerros de Fresno de la Vega o las alubias del Páramo son algunos de los ingredientes que demuestran que la despensa de León es inmejorable y en el Restaurante Pablo la saben aprovechar como nadie | Si se habla de experiencias gastronómicas en León, disfrutar de su menú degustación debe ser la primera de ellas
La gastronomía son experiencias y el Restaurante Pablo es una de las opciones con las que disfrutar al máximo de estas experiencias. Un menú degustación con una estrella Michelín en el que saborear cada uno de los rincones de la provincia leonesa y es que si algo define a Yolanda y Juanjo es su pasión por los productos de la tierra. Una opción brillante con la que comenzamos esta nueva sección de leonoticias en la que disfrutar con las experiencias gastronómicas que ofrece León y las provincias vecinas.
Desde los entrantes hasta los postres, cada uno de los platos del menú son un placer para todos los sentidos. Pero sobre todo, son una unión de los comensales con la provincia. Una experiencia que cambia con las semanas y con los meses, que se adapta a los alimentos de temporada y que hacer fluir sensaciones olvidadas.
Y es que entre esos pequeños platos, a veces, vuelven sabores de la infancia. Unos cangrejos de río que, combinados con verdinas de la zona del Páramo leonés, recuerdan los días de verano en los que un abuelo se llevaba a sus nietos a pescar. Sabores con los que casi se escapan unas lágrimas y que te trasladan en el siguiente 'placer para los sentidos' a las huertas de Fresno de la Vega.
De la huerta a la mesa
La carta sobre la mesa anuncia sin querer el siguiente de los platos. Puerro y cecina. «¿Y aquí que nos pondrán?». Porque aunque parece claro, en el Restaurante Pablo la experiencia va más allá del sabor. Y en este caso el plato fue una perfecta escenificación de lo que es su cocina.
Un plato en el que había ingredientes que se reconocían a primera vista, pero el puerro y la cecina también estaban escondidos. Un trocito en la boca, cierras los ojos y sin quererlo hueles a campo y a la huerta y ves los puerros salir de la tierra. Aunque lo que acabas de comer tenía más apariencia de papel que de puerro.
En honor a los mineros
Y tampoco faltan las alegorías a la provincia, aunque el ingrediente 'a priori' no lo sea tanto. Uno de los entrantes de este mes lleva el nombre de 'bollo minero'. Una pequeña bolita que es presentada por Juanjo sobre pizarra que imita el carbón. «Y aquí como en la mina, los de arriba comían caviar y los de abajo tocino».
De nuevo de un bocado y una explosión de realidad. Suave, pero intenso. Y es que como también pasa en la provincia al final el sabor que queda es el del minero.
No hace falta ir muy lejos para disfrutar de toda una experiencia gastronómica, pero en este caso se disfruta también de toda una provincia y sobre todo se vive al ver el orgullo con el que Yolanda, Juanjo y todo el equipo presentan sus platos y hablan de los productos de una tierra que tiene mucho por lo que presumir en materia gastronómica.
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