Una compra inteligente para un menú saludable

La organización en este sentido es algo fundamental y planear con antelación un menú semanal, quincenal o mensual equilibrado, es una buena solución para facilitar el momento de la compra. La elección de los alimentos es vital para mejorar la alimentación familiar y llevar una dieta sana y equilibrada.

Aunque en un principio esta metodología pueda parecer complicada, la práctica llevará al consumidor ha realizarla casi de manera intuitiva y con grandes resultados. Con cinco sencillos pasos se puede llevar a cabo una compra inteligente:

De manera que se puedan incorporar alimentos variados, respetando las recomendaciones de consumo.

Además de las comidas que se llevarán a cabo durante la semana, también es importante conocer cuántas personas comerán en casa para controlar las racciones.

Al preparar el menú en casa con antelación a la compra se pueden comprobar las ofertas de los diferentes supermercados y aprovechar los productos de temporada.

Uno de los pilares de la compra inteligente es adquirir aquello que sea necesario para la semana. Por ello es imprescindible conocer los alimentos de los que disponemos y no comprar aquellos que se almacenan ya en nuestra despensa.

Después de preparar un menú y conocer los productos que tenemos en casa será sencillo realizar una lista de lo que se necesita y ceñirse a ella en el supermercado.

Al planificar el momento de la compra semanal y con ella el menú diario se ahorra tiempo y dinero ya que el calendario de comidas evitará tener que pensar el plato del día con los alimentos que se agolpan en la nevera. Otro de los beneficios es que al realizar un plan de desayunos, comidas y cenas se comprará sólo lo imprescindible, por lo que no se desperdiciarán alimentos.

Con una buena planificación se puede gestionar un menú variado y rico en los nutrientes necesarios, lo que no sólo ahorrará tiempo y dinero, sino que beneficiará la salud de una dieta acorde a la pirámide de productos.

1. Lácteos. La leche desnatada y el yogur fresco desnatado son los más bajos en grasa saturada y colesterol.

2. Carnes. Es preferente que se compren carnes magras y que los cortes provengan de la parte trasera como las costillas o el lomo, ya que serán más tiernos que aquellos más activos como la pata.

3. Aves. Un ave de buena calidad es aquélla cuyos huesos tienen mucha carne, con partes bien formadas, una capa de grasa bien desarrollada y distribuida bajo la piel. Se debe comprobar la fecha de envasado y el sello de inspección sanitaria.

4. Pescados. Un buen pescado tendrá el cuerpo arqueado y rígido, las escamas unidas entre sí y brillantes, la piel húmeda y sin arrugas y los ojos serán transparentes, brillantes y salientes.

5. Fruta. Compre la fruta de temporada ya que la calidad y los precios serán mejores. Se debe verificar que tengan buen color y estén libres de manchas o señales de deterioro.

6. Verduras y hortalizas. Como en el caso de la fruta lo ideal es aprovechar los productos de temporada que tendrán mayor calidad y menor precio.