Jacob Petrus: «He sobrepasado la línea de los sueños»

–'Aquí la Tierra' acaba de cumplir seis años. ¿Cómo recuerda su origen?

–Como una locura. Yo estaba en el equipo de 'El Tiempo' de TVE, hacía colaboraciones con 'España Directo' todos los días, y, de repente, hay un jefe al que se le ocurre que hagamos un programa de medioambiente a las 8 y media de la tarde en La 1, que era un cambio brutal, porque se emitía 'Corazón', y antes había un formato que se llamaba 'Gente'.

–Un cambio radical...

–Sí, y ya no solo la dirección de TVE apuesta por hacer ese hueco, sino que encima me ponen a mí de presentador y de director, que nunca había hecho nada parecido. Lo recuerdo como una locura, pero también como un proyecto muy ilusionante, porque tampoco teníamos tanta presión. Era como una prueba, a ver si lo sacábamos adelante, y poco a poco, decimita a decimita, se fue asentando el programa. A mucha gente le pareció una apuesta superarriesgada, y yo entiendo que generase al principio poca confianza.

–Ahora se 'pelea' diariamente con 'Sálvame' y 'Pasapalabra'.

–Sí, claro, lo intentamos. A ver, son dos monstruos, y tampoco nos vamos a engañar. 'Sálvame' y 'Pasapalabra' son dos de los programas más vistos cada día en la televisión de este país, y con unas cifras absolutamente brutales. Ellos están librando su batalla particular, y nosotros humildemente estamos ahí, haciéndoles un poquito de sombra, pero sin hacerles competencia. Yo creo que 'Aquí la Tierra' de lo que tiene que estar muy orgulloso es de que la televisión pública de este país apueste por unos contenidos blancos, que no son dañinos para nadie, que entretienen, que forman y enseñan nuestro país…

–¿Está de moda poner a los del tiempo de presentadores?

–¡Es que los del tiempo valemos mucho! (risas). Supongo que va por lo de mi compañera, Mónica López, que es una superprofesional. Es una persona con unas capacidades brutales frente a la cámara, con un liderazgo indudable, con muchísima energía para tirar de proyectos… así que confío absolutamente en ella. Yo creo que la ventaja que tenemos es que aparecemos todos los días en pantalla, así que al final es un máster en minutos en directo, y eso te preparara y te calma los nervios para otros proyectos.

–¿Siempre había soñado con ser hombre del tiempo?

–De pequeñajo no tenía el sueño de ser hombre del tiempo, sino el de trabajar en medios de comunicación. Yo escuchaba muchísimo la radio, que es mi medio favorito, y quería trabajar ahí, pero no pude entrar en Periodismo porque me pilló en un momento de la vida un poco desordenado y no me dio la nota para la carrera. Así que entré en Geografía, porque mi pasión por la naturaleza siembre ha estado ahí, y de repente descubrí una profesión que me permitía conjugar las dos cosas, que era ser hombre del tiempo. Digamos que aposté por eso, y a partir de ese momento, se fueron cumpliendo sueños. Conseguí ser hombre del tiempo, trabajar en medios de comunicación, y luego, he sobrepasado la línea de los sueños, porque yo nunca jamás pensé que podría presentar y dirigir un programa en La 1 de TVE en ese horario y con todo lo que nos ha pasado en estos seis años a nivel de audiencia y reconocimiento.

–¿Se celebra o se lamenta de alguna manera cuando falla un pronóstico?

–Va tan rápido esto que no te da tiempo a celebrarlo mucho (risas). Cuando ya está ocurriendo un fenómeno meteorológico estás preparando el pronóstico del día siguiente. Además, lamentablemente, cuando se cumplen los más difíciles, o los que tiene más mérito acertar, son fenómenos adversos que, desgraciadamente, a veces ocasionan daños materiales y personales. A pesar de acertar, te genera mucha frustración anunciar tormentas, lluvias torrenciales, y la posibilidad de que crezcan barrancos, ramblas o rieras de forma abrupta, y que haya gente que fallezca al intentar cruzar alguno de estos cursos de agua. Luego, a nivel personal, cuando alguien te pide un pronóstico, y le puedes ayudar a organizar el fin de semana, su boda, sus vacaciones… sí reconozco que es muy placentero, porque al final le estás haciendo a la gente la vida más fácil.