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María estévez
Los Angeles
Domingo, 21 de noviembre 2021, 00:38
En apenas dos meses, desde su estreno el pasado 17 de septiembre, la serie 'El juego del calamar' se ha convertido en el último fenómeno de la cultura pop. La exitosa serie coreana ha sido número uno en Netflix en 94 países de todo el ... mundo y lo que es más asombroso: la plataforma asegura que la ficción surcoreana es su contenido más visto, en cualquier idioma, en todas su historia. El triunfo ha sido de tal calibre que la compañía, aunque no lo ha hecho oficial, prepara ya la segunda temporada de la serie.
Creada por el guionista y director Hwang Dong-hyuk, 'El juego del calamar' estuvo marginada por los productores de Corea durante años por considerarla demasiado violenta. «Escribí el guión en el 2009, pero nadie se atrevió a rodarlo por su crudeza. Buscaba transmitir el mensaje de que la mayoría de la gente, yo diría que alrededor del 90% de todos nosotros, si fallamos y perdemos en esta sociedad altamente competitiva, podemos tocar fondo cualquier día. Para mostrar ese mensaje, incorporé dentro de la estructura de la narración tantas historias de vida como me fue posible», confiesa Hwang en un evento en Los Ángeles en el que participó este periódico.
La serie se centra en Seong Gi-hun (Lee Jung-jae), un exchófer endeudado que vive con su anciana madre y que cada vez está más alejado de su pequeña hija. Aprovechando una oportunidad, Sheong acepta la oferta de un misterioso extraño que le invita a participar en una serie de juegos contra cientos de otras personas desesperadas y endeudadas donde puede ganar 45.600 millones de won, la moneda de Corea del Sur, una cifra que equivale aproximadamente a 35 millones de euros. Si gana, sigue jugando. Si pierde, pagará con lo único que le queda de valor: su vida. «Elegí 'El juego del calamar' porque entre los muchos que jugué siendo niño, este era el más físico y el más violento», apunta Hwang. «Cuando jugaba con mis amigos, alguien siempre terminaba lastimado y llorando».
A medida que exprime a sus personajes, el creador va tensando su pulso con la audiencia, haciendo que la serie se vuelva tan adictiva como sofocante. «Es un juego, y por eso no podemos dejar de verla. De hecho, arreglé con mucho cuidado el orden de cada juego. Primero elegí el de las luces, porque tenía que presentar y matar a tantas personas como fuera posible. Eso significaba que tenía que ser el juego más simple y visualmente el más impactante, con una coreografía de cientos de personas moviéndose al mismo tiempo y donde pudiera hacer una masacre. El segundo es un juego absurdo y muy cruel al que regresan los participantes después de la conmoción inicial. El tercero es un tira y afloja, y es donde la gente piensa, aquí hay que aprender a sobrevivir en grupo y, eso cambia el ritmo de la serie. Este juego invierte la lógica y la estrategia de cada uno de los personajes, porque arroja luz sobre cómo tratar a los ancianos, los débiles y las mujeres. El cuarto es el más importante, porque en él se muestran las dinámicas de cada uno de los participantes. El quinto es un circo que no se ve y por eso elegí un puente de cristal. Y finalmente, llegamos al juego del calamar, que también es, por supuesto, el título. La batalla más intensa y desesperada entre los dos personajes principales», resume el cineasta.
Hwang reitera la profundidad moral de la serie y revela también por qué no le queda más remedio que hacer una segunda temporada. «La presión es tanta que nos vemos obligados a seguir adelante. Durante la producción, la pandemia afectó a todo el mundo. Y también agrandó la enorme y creciente brecha entre ricos y pobres. Lo leemos en las noticias y también lo sentimos en nuestras vidas. Me entristece ver tanta gente sin hogar en Los Ángeles. Yo hice 'El juego del calamar' con la esperanza de cambiar el mundo. Espero que no solo sea una serie que ves y te olvidas», desea. Y va más allá: «Quiero que, al ver la escena en que Gi-hun mira directamente a la cámara, todo el mundo piense que le están hablando directamente a ellos, preguntando a cada uno: '¿Tenemos que vivir en un mundo como este? ¿Hay algo que podamos hacer para cambiarlo?'».
Hwang estuvo acompañado en la presentación por las estrellas principales de la serie: Jung Ho-yeon, Lee Jung-jae y Park Hae-soo. Precisamente, el éxito de 'El juego del calamar' ha sido tan inesperado que ha acabado catapultando al elenco al estrellato mundial, convirtiendo a los actores en algunos de los nombres más solicitados de Hollywood.
Ho-yeon, de 27 años, ha pasado de ser una joven desconocida a modelo principal de Louis Vuiton y una de las actrices más demandadas de la Meca del Cine. «Este es mi primer papel como actriz, y no tenía ninguna técnica específica de interpretación. Mi trabajo consistió en confiar en el director y en las personas que estaban a mi alrededor durante la filmación», confiesa la joven. Para Jung, interpretar el papel de Sae-byeok fue una experiencia surreal. «Ha sido un honor rodar 'El juego del calamar' y me siento muy agradecida por el éxito que está teniendo la serie. No me tomo a la ligera mi trabajo, sé que he tenido suerte y me queda mucho camino por andar». La actriz confiesa que llegó a sentirse intimidada durante la producción. «Desde el primer día que me contrataron dudé de si sería capaz de hacer bien el trabajo, pero creo que cuestionar tus habilidades es parte de esta profesión», explica.
Mirando el futuro con serenidad, Jung reconoce que aún está asimilando el éxito. «Mi próximo proyecto será un reto, igual que lo ha sido 'El juego del calamar', pero no quiero que la serie me limite. Ahora mismo quiero aprender y dar mi siguiente paso con cierta cautela», concluye.
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