Aunque 'Mochuelo' no pudo regresar a su olivo, la ovación de la 'catedral' del toreo en España fue el último sonido que el animal se llevó consigo.
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Fue su tarde. Era el escenario más importante y el más difícil para triunfar. Desplegó la bravura de ... las que entregan al tendido y que hacen disfrutar al torero de un ejemplar bravo como pocos ha habido en Madrid.
Las Ventas despidió con ovación en el arrastre a 'Mochuelo' un toro leonés que recibió en Las Ventas el calificativo de «toro magnífico».
La plaza se rindió al animal por la calidad de este ejemplar de la ganadería leonesa Valdellán y que destacó por recibir tres puyazos -se suelen dar dos y si se dan más es porque el toro es muy bravo- y a pesar de ello no se cansó. Tuvo mucha raza y casta, señalan los entendidos, y sacó toda la peligrosidad que se le presupone.
Delante tuvo demás a un pisano. El torero de orígenes en Cistierna, Damián Castaño -su hermano Javier es leonés de nacimiento- fue el encargado de completar una faena de la que no salió triunfante al necesitar dos rondas para matar a 'Mochuelo'.
La ganadería leonesa volvía a triunfar en Las Ventas, como ya lo hizo temporadas atrás con 'Montañés', 'Carasucia' o 'Navarro'. A este elenco se sumó 'Mochuelo' y una bravura que le hizo protagonista de la tarde en la plaza madrileña.
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